Cuando hay un desacuerdo en pareja, o uno dice algo que a la otra persona no le pareció, entonces empiezan las habladurías y soltadera de palabras. ¡Contrólate! Mejor piensa antes de hablar (lo que debemos hacer siempre). 

También es cierto que muchas personas no le dan a las palabras el valor que merecen, sobre todo en momentos de tensión, pues una mala palabra puede ofender y hacer sentir atacado al otro.

Si no te quieres meter en problemas, sólo debes evitar ciertas palabras. Aquí te decimos cuáles:

“Tú”. Lo estás señalando directamente: “tú nunca me escuchas”, “tú no me amas”. Haces que tu pareja se sienta vulnerable, sobre todo cuando dices “todo es TU culpa”. Cambia esa palabra por “siento que últimamente… cuando lo haces me siento…”.

“Deberías”. Estás sugiriendo algo pero obligatorio; no le digas qué debe hacer o dejar de hacer, no eres más que su pareja. Prueba con “me gustaría que un día tú…”.

“Debes”. Muy parecido, pero no es igual. Aquí estás dando órdenes fijas que quieres que se cumplan. NO ERES SU DUEÑO. Intenta con “me ayudarías mucho si…”.

“Esperaba”. Si esperas y esperas de la gente, nunca te van a dar el gusto. “Mmm, pues yo esperaba que…”; no esperes nada de nadie. Tu pareja se va a sentir juzgado por ti y la relación automáticamente perderá el futuro (si algún día tuvo).

Evita las palabras “siempre”, “nunca” y “supongo”, porque con ellas seguro condenas tu relación al fracaso.