Hablar con sinceridad dentro de una relación puede ser algo que te genere miedo, pero ¿de qué sirve estar en una relación si no puedes ser tú mismo? No se trata de imponer lo que necesitas o quieres decir, más bien todo gira en torno a tener una comunicación abierta y respetuosa con tu pareja. Puede ser que incluso no quieras hablar de algo porque puede ser un tema sensible para el otro, pero siempre existirá la manera de comunicarte.
Puede ser que, como se mencionó, te dé miedo hablar de ciertas cosas por temor de herir a tu pareja o porque incluso llegas a pensar que te puede dejar. Pero esto no debe generarte miedos, en todo momento tienes que sentirte con la confianza de alzar tu voz.
Ten en cuenta que todo lo que piensas tiene cierta validez; si sientes que algo no está bien, puede ser que te equivoques, pero es mucho mejor hablarlo y aclarar dudas. No te quedes con las ganas de decir lo que piensas o sientes por temor a equivocarte. Hazlo siempre con respeto.
Si tu pareja no puede soportar que tengas una opinión o un sentimiento sobre tu relación, tu dinámica de relación necesita ser reconsiderada para ponerte a ti y a tu pareja en un campo de juego más nivelado.
Nunca dejes que este tipo de comportamiento llegue a tu relación. Es una forma de abuso psicológico y tanto tú como tu pareja deben evitarlo si no quieren generar aún más problemas.
Si durante toda tu relación has complacido a tu pareja y ahora te da miedo hablar, no te sientas culpable. Es mucho mejor que te des cuenta a tiempo y hagas cambios que a la larga serán buenos para ambos.
Ser asertivo no se trata de hablarle de forma irrespetuosa a la otra persona. Por el contrario, tienes que aprender a ser muy respetuoso y hablar claramente. De esta manera no quedará nada en el aire y los dos podrás entenderse mucho mejor. En lugar de reaccionar de forma agresiva ante una situación difícil, detente un momento y piensa en los sentimientos del otro. Esto te servirá como guía para saber cómo actuar mucho mejor.