¿Tienes un amigo del sexo opuesto con quien compartes chistes? ¿Se etiquetan mutuamente en las redes sociales de forma regular? ¿Te vistes un poco mejor cuando sabes que vas a verlo o verla? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es afirmativa, puede que te dirijas a un lugar peligroso llamado “microengaño”.
Este término cae dentro de la categoría de infidelidad emocional y se refiere a pequeños gestos que, aunque no son un engaño explícito, pueden contener un pequeño toque de actitud infiel. Esto no significa que tener una amistad con alguien del sexo opuesto te convierta en un microengañador automáticamente. Sin embargo, no debes pasar por alto ciertas conductas que podrían llevarte a poner en riesgo tu relación de pareja.
El problema con el “microengaño” es que, por lo general, las personas involucradas no se dan cuenta de que hacen algo incorrecto. Se pueden perder en esa sensación de que es algo divertido y ligero, en cómo les hace sentir. Como no es una situación física, no califica como infidelidad en sus mentes.
¿Cómo detectar las señales de un microengaño?
Los expertos comentan que la mejor forma de evitar que este tipo de conductas representen un peligro para una relación es, en primer lugar, establecer límites de lo que es aceptable y lo que no dentro de una pareja. También, si sucede algo que no te sienta bien, háblalo con tu compañero inmediatamente. Otro factor clave es la comunicación y la confianza entre ustedes.
Una relación sana, funcional y transparente te permite disfrutar libremente de otras amistades sin el temor de tener una conducta que afecte tu relación.
Con información de Fatherly