¿Sabes qué hacen tus hijos durante el día? Seguramente pasan la mayor parte del tiempo frente a un dispositivo conectado a la red, o concentrados en salvar las misiones de un videojuego; a lo mejor practican algún deporte, asisten a clases de música y danza o salen con sus amigos a hacer cualquier cosa; pero no lo sabes en realidad, ¿o sí? Los hijos crecen regularmente con la ausencia de los padres. El ritmo vertiginoso de la vida así lo impone. Pero, ¿cómo podemos romper con ello, si nadie nos educó para tener hijos? Tal vez alguna de estas estrategias pueda funcionarte para estrechar el vínculo con ellos.
1. Conversa con tus hijos en cualquier oportunidad que tengas
No decimos que los presiones, pero podrías sostener charlas efímeras en los pocos momentos en los que tienes oportunidad de convivir con ellos. Podrías construir una especie de camaradería en lugar de una relación tradicional padre-hijo. Pregúntales sobre temas que a ellos les interesen. Tendrás que actualizarte, pues tu niñez fue diferente de la de ellos. ¡Ah!, y deja por un momento los dispositivos electrónicos; préstales atención.
2. Cena con ellos unas cuantas veces a la semana
Las comidas familiares son una oportunidad de oro para mantener las líneas de comunicación abiertas con los niños. El rito de compartir la comida estrecha los lazos. Aprovecha el momento para charlar de los acontecimientos del día. Nunca más un: “En la mesa no se habla”. Intenta contarles un chiste.
3. Escápate un fin de semana con ellos al cine
O al teatro, o al parque, o a vagar por la ciudad. Si quieres llévalos de compras, pero haz algo con ellos. Enséñales la calle; muéstrales que, además de padre, puedes ser un excelente guía turístico.
4. Interésate por sus intereses
¿No sabes jugar videojuegos? Bueno, aunque seas el que siempre pierda, inténtalo. No proponemos que te entrometas con su espacio pero, ¿por qué no salir con ellos a cazar pokemones? Te sirve hasta para conocer a sus amigos.
5. Practica algún deporte con ellos
El más sencillo. Una sesión por semana. Llévalos al golfito o al boliche o, caray, aunque sea enséñales a jugar dominó. No tienes por qué jugar siempre el papel de autoridad, puedes por un día a la semana ser un simple amigo.
Si tu objetivo no sólo es conectar con tus hijos sino enseñarlos a enfrentar los problemas, entonces podrías fomentar el hábito de la lectura; comparte alguna lectura con ellos. Comienza por un cuento pequeño y sencillo. Deja pasar algunos días y luego coméntalo ante un evento pertinente. No se trata de comentarlo como en la escuela, usa tu imaginación.
Con información de Mind Body Green