El café se ha vinculado a una serie de beneficios para los adultos; pero en los niños, sus efectos pueden ser peligrosos.
Aún no está claro cómo la cafeina, un estimulante e ingrediente activo en el café y las bebidas energéticas, impacta en los cerebros en desarrollo de los niños. "No veo ninguna razón para que los niños consuman cafeína", comenta la enfermera Terry Cralle, miembro de Better Sleep Council, una organización en pro del buen sueño.
La cifra es alarmante. De acuerdo con un reporte de la Academia Americana de Pediatría, más del 70% de los niños en Estados Unidos consumen cafeina, cifra que se ha incrementado más del doble desde 1980. Otro reporte indica que los niños que consumen café o bebidas que lo contienen, presentan doble riesgo de padecer trastornos de sueño.
A pesar de las cifras, en Estados Unidos no hay una reglamentación sobre el consumo de la cafeína en niños, mientras que en Canadá el consumo máximo es de 45 miligramos por día.
Sin embargo algunos expertos no se preocupan por el café tanto como por otras bebidas con cafeína. A diferencia de los refrescos, por ejemplo, el café es amargo. Kristin Koskinen, dietista y madre de cinco hijos, señala que el sabor amargo por lo general mantiene alejados a los niños o limita su consumo a un sorbo o dos.
Sin embargo, puede ser conveniente mantener a los niños alejados incluso de pequeños sorbos de café. "Habla con tus hijos sobre los peligros de la cafeína de la misma manera que hablas sobre las drogas o el alcohol. Advierte a los niños que consumir demasiado podría causar serios problemas", dice Cralle; "No sabemos cuáles son los riesgos relacionados con el consumo temprano o excesivo de cafeína".
Con información de Fatherly