El trabajo fluye mejor con buena vibra alrededor, pero no siempre se tiene la suerte de estar en un ambiente positivo. Aun si tu trabajo es relajado, nunca faltarán los amargados o malhumorados que lleguen con su energía malvibrosa.
Ya sea que trates con una persona con estrés excesivo, que se desquita con quien se le ponga enfrente, o con alguien que simplemente despertó de malas, algunos terapeutas y expertos comparten las mejores maneras de lidiar con personas agresivas, así como consejos sobre cómo mantener la cordura cuando los ánimos a tu alrededor no son los mejores.
Celeste Viciere, consejera de salud mental, explica que "es fácil engancharse con las personas agresivas y tomar de manera personal la forma en que actúan, especialmente si no eres agresivo", y señala que sus acciones no son la causa de su agresión: "Muchas veces, si una persona se muestra agresiva contigo, es así con todos".
Incluso en el lugar de trabajo, no puedes dejar que el comportamiento agresivo de otra persona afecte tu autoestima. Por ejemplo, digamos que cometiste un error por el que tu jefe tiene el derecho de llamar tu atención y pedirte que no lo repitas, pero no tiene el derecho de gritarte o volverse hostil. Si tu jefe comienza a gritar, debes hacer lo mejor para desconectarte de esa agresión y recordarte que su ira no es por ti.
También es cierto que quizá se trata de una agresión directamente contra ti, pero considera que esa persona dice las cosas sin pensar y en un estado que no controla. En esa situación simplemente pregúntate si lo que te dice tiene sentido o es una agresión sin base.
"Cuando hay agresión, es realmente difícil no sentirse molesto por lo ocurrido. Recuerda tus fortalezas y habilidades positivas", dice Angel M. Hoodye, de Flourishing Hope Counseling. "El incidente no te define. El comportamiento negativo de tu supervisor no es un reflejo de quién eres ni de tus capacidades".
Donde sea que encuentres una persona agresiva, tómate el tiempo para recordar que sus palabras insensibles no son la verdad.
No dejes que la agresión te haga caer
En un estudio publicado en el Journal of Applied Psychology se encontró que el comportamiento agresivo tiende a desencadenar otros. Por ejemplo, si tu jefe te grita y no recibe tu agresión de vuelta, tú retienes todo ese enojo y terminas por sacarlo con alguien más. El estudio encontró que los empleados de jefes agresivos tienden a actuar más hostiles hacia su familia que los empleados en lugares de trabajo más agradables. Esto puede pasar en cualquiera de tus círculos y, tristemente, también en la familia.
Expresar tus sentimientos es una excelente manera de establecer límites y hacer que las personas sepan cuando te hacen daño. Si alguien grita o se muestra agresivo, intenta mantener tus emociones fuera (por el momento). "Si puedes, ve a dar un paseo rápido. Toma un poco de aire fresco, un vaso de agua y algo de luz solar", dice Hoodye. "Aléjate y vuelve al juego. No permitas que la actitud negativa de otra persona enturbie tu juicio sobre quién eres o tus capacidades".
En general, mantener la calma puede funcionar a tu favor. "Cuando la persona se dirige a ti de manera agresiva, no te alimentes del comportamiento. Usa habilidades de comunicación saludables", dice Hoodye; "Habla con voz calmada, párate a una distancia cómoda, sonríe cuando sea apropiado y demuestra que escuchas sus preocupaciones". Este comportamiento hará que la persona agresiva sienta lo poco profesional del suyo.
Es imposible que no te afecte, y escuchar "mantén la calma" no te parecerá muy reconfortante, pues tu trabajo no es calmar al otro, pero permanecer tranquilo evitará agregar combustible al fuego. En el peor de los casos, los gritos terminarán antes de lo habitual.
Quizá no seas de los que se sientan a observar y mucho menos de los que se quedan callados ante las situaciones ofensivas. Pelear contradice lo recomendado hasta ahora, pero tampoco es una locura. Si la situación lo amerita y sabes que no afectará tu posición, adelante, defiéndete, pero sin recurrir a acciones agresivas o violentas.
Un estudio de la Universidad de Ohio demostró que defenderse hace que los empleados sean más felices. En dicho estudio se halló que las personas que lucharon contra los jefes hostiles eran más felices en el trabajo, tenían niveles más bajos de estrés y tenían una mayor satisfacción laboral que las personas que no lo hacían. Además, sintieron que "defenderse" no provocó represalias ni perjudicó su carrera.
Es importante aclarar que, en los términos de esta investigación, "defenderse" significa ignorar los comentarios agresivos, actuar como si no se escucharan las declaraciones hostiles, o entregar un trabajo a medias. Entonces, no deberías devolver el grito o lanzar insultos. Pero, si te "defiendes" de estas maneras más pasivas, quizá podrías sentirte mejor contigo mismo.
Por supuesto, si puedes sacar a una persona agresiva de tu vida, hazlo. Como eso no siempre es posible, al menos tienes algunas herramientas a tu disposición para evitar que la agresión arruine tu salud mental, porque no tienes la culpa ni eres responsable del comportamiento de los demás.
Con información de Greatist