¿Qué tanto es mucho sexo? Antes de que comiences a cuestionarte, es probable que no tengas demasiado. "El concepto de 'demasiado' sexo suele utilizarse para avergonzar a las personas por el hecho de que son seres sexuales", afirma la doctora Jill McDevitt, sexóloga en CalExotics. Aun así, la frecuencia con la que practicas sexo puede interferir en tu vida plena y saludable, y entonces sí, debes poner atención a esa frecuencia.
Como ese punto de inflexión varía de persona a persona, las doctoras McDevitt y Jennifer Wider, dos terapeutas sexuales comparten sus conocimientos para descifrar si ese 'demasiado' es una exageración o en caso de que lo sea, cómo evitar que afecte tu vida.
¡Claro que no! Algunos datos sugieren que el adulto promedio practica sexo con otra persona aproximadamente una vez a la semana, y consigo mismo entre una y dos veces a la semana. Pero la verdad es que estos datos no nos dan ninguna pista sobre si la cantidad de sexo que tienes es 'demasiado'.
McDevitt explica que estos datos solo muestran en promedio cuánto sexo tienen las personas. No muestran cuánto quieren tener, si están felices con la cantidad o calidad del sexo que tienen o si la cantidad de sexo que tienen está interfiriendo con su vida. Agrega que, sin importar cuánto sexo tengas, es común preguntarse si tu frecuencia sexual es normal.
El límite existe, pero varía de persona a persona. Así puedes determinar si has superado el límite:
1. Evalúa tus sentimientos. Como lo que se considera 'demasiado' se reduce a lo que tú sientes que es demasiado, es hora de ponerte a tono con tu interior. ¿Tu instinto te dice que estás teniendo demasiado sexo? Entonces, puede que sea así. Sin embargo, McDevitt dice: "Si sientes que es demasiado, te instaría a que te preguntes quién o qué te está diciendo que debes preocuparte por la cantidad de sexo que tienes".
2. Revisa el por qué. Entonces, tienes sexo como un conejo... ¿Por qué es eso, exactamente? Hay muchas razones totalmente saludables por las que podrías estar teniendo mucho sexo. Por ejemplo:
- Tu deseo sexual es alto
- Es la forma en que te muestras amor a ti mismo o a tu pareja
- Ayuda a aliviar el estrés
- Tratas de quedar embarazada
- Es divertido y te brinda alegría
Pero también es posible que uses el sexo como una forma de escapismo. Si lo utilizas para evitar una conversación difícil, el hecho de que te acaban de despedir o problemas financieros, usas el sexo como un mecanismo de defensa, y puede que sea hora de levantarte de la cama.
3. Comprueba si tienes efectos secundarios físicos
Es hora de echar un vistazo a tus genitales. Si bien tener mucho sexo no causará ningún daño a largo plazo, Wider señala que hay algunos síntomas físicos que pueden ser tu cuerpo diciéndote que reduzcas la intensidad. Esto incluye rozaduras, dolor o entumecimiento, inflamación o hinchazón, dolor durante las relaciones sexuales, infección del tracto urinario, distensión en el cuello.
Y si tienes sexo en lugar de almorzar, no te hidratas adecuadamente entre los juegos o prefieres el sexo en lugar de dormir, también puedes experimentar calambres, retortijones de hambre, mareos, dolores de cabeza. "El sexo debería ser divertido y placentero, no una causa de daño corporal", dice.
4. Evalúa tu actitud hacia el sexo
"A veces, tener demasiado sexo puede comenzar a causar estrés mental", dice Wider. Entonces, si la mera idea del sexo comienza a darte asco o el sexo en sí comienza a sentirse como una tarea, es hora de volver a ponerte la ropa. Lo mismo ocurre si tienes sexo con tu pareja y comienzas a sentir resentimiento o repulsión hacia ella.
5. Determina el costo
Suena obvio, pero cuando tienes sexo, no estás haciendo otra cosa. ¿Tienes relaciones sexuales de forma habitual en lugar de pagar las facturas, lavar la ropa, ducharte o comer? ¿Llegas tarde a menudo a reuniones de trabajo, a planes con amigos o a cenas por tener sexo? Si es así, es hora de analizar tus prioridades.
Así que quieres tener menos sexo... ¿y ahora qué? Depende de si lo haces en solitario o en pareja.
Si lo haces en solitario:
Para que quede claro: el juego en solitario es una parte normal y saludable de la sexualidad humana. Si sientes que te estás masturbando compulsivamente o que tocarte interfiere en tu vida diaria, es hora de hablar con un profesional de la sexualidad.
Podrá ayudarte a descubrir por qué te has estado masturbando tanto y a abordar la causa subyacente. "Es muy raro que la gente se masturbe demasiado", añade McDevitt.
"Es probable que en realidad no te masturbes demasiado, pero que sientas vergüenza por tu sexualidad y tu placer sexual. Un profesional de la sexualidad puede ayudarte a desentrañar por qué sientes que tu frecuencia es un problema".
Si tienes pareja (o parejas):
Si te sientes incómoda, abrumada o repelida por la cantidad de sexo que tienen tú y tu pareja, es hora de hablar. La frecuencia con la que tienes sexo no debería ser una conversación de una sola vez. Si estas conversaciones le resultan difíciles, McDevitt recomienda buscar un terapeuta sexual.
Dado que factores como los niveles de estrés, los medicamentos, los cambios hormonales, la edad y la autoestima influyen en la frecuencia con la que se desea tener sexo, es natural que la cantidad de sexo que cada uno desea tener aumente o disminuya.
Y recuerda: nunca (nunca) debes sentirte obligada a tener sexo. Por lo tanto, si esta conversación te hace sentir presionada a tener la misma cantidad de sexo, o si te siente insegura, ignorada o irrespetada, esa es una razón para terminar la relación.
Con información de Healthline