Aunque mucha gente prefiera no hablar abiertamente de eso, sabemos que una de las grandes incógnitas a la hora de la intimidad, es decir, de las relaciones sexuales, es sobre la duración que en teoría debe tener el acto sexual para considerarse “normal”, sin correr el riesgo de ser muy rápido o demasiado lento.
Antes que nada, hay que aclarar que el acto sexual es un asunto privado y no existen parámetros universales que definan el ritmo, desempeño ni cualquier otra circunstancia propia de la individualidad de cada quien. Las parejas, como las personas, son diferentes y no hay una manera exacta de medir nada, mucho menos algo tan impredecible como el sexo. Por eso, la pregunta es difícil de responder.
Sin embargo, lo que sí existe son las aproximaciones basadas en generalidades que se presentan y repiten a lo largo y ancho del mundo. Cuando algún “hábito” o “rutina” se repite en varias ocasiones y con muchos sujetos de prueba, puede hablarse entonces de una tendencia.
Un grupo de científicos estadounidenses se dieron a la tarea de realizar un estudio: pidieron a 500 parejas heterosexuales de cinco países diferentes que utilizaran un cronómetro para medir el acto sexual que practicaban normalmente desde el momento de la penetración (sin contar el juego previo) hasta el orgasmo masculino (porque es el que tiende a suceder primero), durante un período de 4 semanas.
El resultado fue que los investigadores hallaron que el sexo dura en promedio 5 minutos y 24 segundos. Dentro del rango de todos los encuentros sexuales, los más rápidos fueron de 30 segundos y los más tardados de hasta casi 50 minutos (recuerda, desde la penetración hasta el orgasmo). Esto demuestra que cuando se trata de sexo, realmente no hay nada específico ni tajante.
Así que ahora sabes cuál es la respuesta promedio. Interesante, ¿no crees?
Con información de www.greatist.com