Una vida rutinaria donde lo único que haces es cumplir con tus obligaciones no le hace nada bien a tu salud. Aunque creas lo contrario, trabajar todo el día no te hace totalmente productivo, necesitas equilibrar tu día entre tareas y hobbies para rendir mejor y desarrollar otras partes en tu cerebro que con el trabajo no desarrollarás.
Los hobbies son pasatiempos practicados durante el tiempo libre que sirven para divertirte, relajarte y sobre todo descansar de las obligaciones, pero hay algunos que pueden hacer más por ti, porque activan algunas parte de tu cerebro que con la rutina no utilizas.
Te hace sentir mejor contigo mismo, reduce el estrés e incrementa la inteligencia emocional. Al leer ejercitas el cerebro, pero como todo ejercicio, necesitas ser constante. Con la lectura mejoras tu capacidad de abstracción, tu imaginación y tu memoria. Se desarrolla además tu capacidad de comprensión y de inferencia, dimensiones todas ellas que gestan nuevas conexiones neuronales en tu cerebro.
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Esta actividad hace que las áreas de integración auditivas, motoras y sensoriomotoras del cerebro se tornen más flexibles y es por ello que hace tiempo que la neurociencia se ha interesado por estudiar el impacto que la música puede tener sobre el cerebro. La doctora María Molina, neuróloga del Hospital Rey Juan Carlos de Madrid, cuenta que la música es parte importante para la rehabilitación de pacientes que padecen de distintas enfermedades neurológicas.
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Tras examinar a 105 personas de las que 80 eran bilingües, científicos del University College de Londres detectaron que conocer un segundo idioma modifica de manera positiva la estructura del cerebro, en concreto el área que procesa información. En particular, mejora la llamada plasticidad cerebral y potencia el aprendizaje y la memoria.
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Practicar alguna actividad física mejora de la función cognitiva y sensorial del cerebro. Esto sucede porque el ejercicio mejora la secreción del factor neurotrófico cerebral, que promueve la supervivencia de las neuronas y una de las áreas beneficiadas es el lóbulo frontal, responsable de los procesos cognitivos complejos o funciones ejecutivas, como la atención, la memoria de trabajo o el control conductual.
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Científicos de la Universidad de Chicago han demostrado que resolver rompecabezas entre los 2 y los 4 años de edad ayuda a desarrollar habilidades espaciales y matemáticas que resultan de gran utilidad en la vida adulta. Por otro lado, un estudio publicado hace poco en la revista Archives of Neurology revela que las personas que hacen crucigramas y resuelven rompecabezas tienen menos presencia de la proteína beta-amiloide en el cerebro, el principal componente de la placa amiloide, una de las manifestaciones más características del Alzheimer.
La meditación cambia la estructura del cerebro, al aumentar la cantidad de materia gris asociada con la memoria y la toma de decisiones. En 2011, investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron que la meditación puede cambiar la estructura biológica del cerebro. El estudio mostró que 8 semanas de meditación (1 especialmente hecha para disminuir el estrés) podría aumentar el grosor del hipocampo, el responsable del aprendizaje y la memoria. Asimismo, se registró una tendencia de disminución del volumen de la amígdala, responsable del miedo, la ansiedad y el estrés.
¿Quieres empezar a meditar? Estos consejos te ayudarán a darte un momento para hacerlo todos los días.