A veces puedes estar tan al pendiente de los demás, de la forma en que llevan sus vidas, de lo que hacen o dejan de hacer, que tu enfoque se centra en ellos y no donde debería estar: en ti, en tu propia vida, en tus acciones, metas y sueños.
Si te ha pasado y sientes que te ocurre con más frecuencia de lo que desearías, estos consejos te pueden ayudar a mantenerte enfocado en tu propio camino, sin compararte con los demás y sin actuar en función de ellos.
Si de pronto sientes que tus actividades actuales te han llevado lejos de los que solían ser tus anhelos de infancia o juventud, nunca es tarde para dar un vistazo al pasado y traer esos sueños al presente para que se conviertan en tu mayor motivación.
El ajetreado ritmo de vida puede hacer que aquello que siempre has querido caiga en el olvido. Para mantener tus sueños presentes, pregúntate ¿qué es lo que siempre quisiste hacer con tu vida? ¿cuáles eran tus metas?
Si, por ejemplo, lo que más amabas era dibujar y soñabas con convertirte en un gran artista, pero ahora te dedicas a algo que nada tiene que ver con el arte y la creatividad, no significa que debas dejar tu carrera ni tu trabajo para empezar de cero en un área totalmente distinta.
De lo que se trata es de que incluyas en tu vida lo que más te apasiona, no importa si es como un pasatiempo, pues al tenerlo, tendrás una dosis extra de motivación y serás más feliz.
Un tablero de visión es un collage de imágenes y afirmaciones que representen tus sueños y objetivos, ya sea viajar, tener el trabajo de tus sueños, casarte y formar una familia, disfrutar de tu soltería, en fin, todo aquello que te haga sentir esperanzado e inspirado.
Crear el tablero te puede ayudar a aclarar lo que deseas y a comprender mejor qué es lo que más te atrae, así como aquello que definitivamente no quieres que sea parte de tu vida.
Lo que descubras puede sorprenderte y es una excelente forma de ser específico y poner tus sueños en un papel. También es un maravilloso descanso de la distracción digital y una forma de conectarte con tu núcleo creativo.
Uno de los ejercicios de coaching de vida más poderosos que existen es dedicar 20 minutos a escribir cómo se ve un día perfecto en tu vida. Si tuvieras que vivir un solo día una y otra vez y estar feliz con eso, ¿qué pasaría ese día? Detalla cada momento desde que te despiertas hasta que te vas a dormir por la noche, e incluye horarios para las actividades si eso te ayuda a visualizarlas mejor. Además, es importante que lo escribas en primera persona y en presente.
Si no tienes idea de cómo empezar, toma estas preguntas como guía, en las que no se trata de describir cada aspecto como es realmente sino como sería en tu día ideal:
¿Dónde vives?
¿Cómo es tu casa?
¿A qué hora te levantas?
¿Qué haces por la mañana?
¿En qué trabajas?
¿Cuánto tiempo trabajas y cuáles son tus actividades?
¿Vives solo o con alguien más?
¿Quiénes son tus amigos?
¿Qué hay de comer? ¿Comes con alguien?
¿Qué haces cuando pasas tiempo con tus seres queridos?
¿Cómo pasas la tarde?
¿Qué haces en la noche?
¿A qué hora duermes?
Este es un ejercicio muy esclarecedor. Es muy personal, pues sólo tú decides cómo es tu día perfecto. Además, está libre de expectativas, pues se trata de lo que quieres. Es increíble la cantidad de sueños superados y pendientes que aparecen cuando haces esto.
Al tener más claro cómo te gustaría que fuera tu vida, es más fácil que encuentres la manera de lograrlo.
Y, una vez más, esto no significa que debas dejarlo todo y empezar desde cero para llevar la vida que deseas, sino que debes comenzar a hacer más caso a lo que tú quieres, a lo que te motiva y te hace feliz, que a lo que los demás (llámese familia, amigos, la sociedad) esperan de ti.
Así que ármate de valor, reencuéntrate con tus sueños, deseos, anhelos, metas, objetivos y motivaciones. Toma las riendas de tu vida y deja a un lado lo que hagan u opinen los demás.
Con información de Greatist