Al definir al COVID-19 como una pandemia, desde la Organización Mundial de la Salud recomiendan a las naciones "encontrar, aislar, probar y tratar cada caso de la enfermedad, así como rastrear a las personas que hayan estado en contacto con el paciente", entre otras acciones. Una estrategia fundamental en este sentido es el desarrollo de una prueba de diagnóstico que identifique o descarte el coronavirus.

Con este antecedente, un grupo científico liderado por José Luis García Cordero, investigador del Cinvestav Unidad Monterrey, trabaja en el desarrollo de un microchip con el objetivo de realizar pruebas serológicas de diagnóstico rápido y a bajo costo. "Estamos en el diseño de un dispositivo que pueda detectar anticuerpos en la sangre producidos por un paciente infectado por el coronavirus, se llama prueba serológica. En el ser humano la producción de anticuerpos contra el patógeno se presenta aproximadamente 7 días después de la infección", explica García.

La tecnología del dispositivo está conformada por microcanales con un diámetro del tamaño de un cabello; por aquí se introduce una muestra de suero que se obtiene de la sangre del paciente, y cuenta con un biosensor para reconocer los anticuerpos que produce el cuerpo para defenderse del virus. La muestra se incuba durante 20 minutos, se lava y se aplica una molécula especial para obtener una señal fluorescente, que en media hora indica si la persona está infectada.

El dispositivo es específico para pacientes con COVID-19. Todas las personas que adquieren el virus causante de esta enfermedad secretan un anticuerpo que lo reconoce y quienes nunca han sido infectados carecen de él. Por lo tanto, una ventaja de la propuesta es que identifica a todas las personas infectadas (que, aunque no presenten síntomas y no acudan a revisión médica, son portadoras y potenciales propagadoras del virus).

Los investigadores ya cuentan con el microchip para el dispositivo y actualmente consideran dos versiones para su materialización. Por una parte, el equipo de García Cordero trabaja en un microchip para laboratorios, donde llegan muchas muestras de suero para pruebas múltiples; por otro lado, se trabaja en un microchip de uso personal desechable para utilizarse en un consultorio o en el hogar. La instrumentación para operar el dispositivo se trabaja en asociación con los Centros Conacyt de Investigación Científica de Yucatán y el Centro de Investigaciones en Óptica, encargado de miniaturizar un microscopio de fluorescencia.

Investigadores y estudiantes donan su tiempo para desarrollar el dispositivo y por ello no se tiene un cálculo del costo que tendrá, pero por los reactivos, materiales y mano de obra debería tener un precio similar al de una prueba de embarazo, es decir, 90% menor a la prueba más barata que se realiza en México.