Ante la pandemia mundial de covid-19, el tema del fortalecimiento del sistema inmunológico ha cobrado una gran relevancia. Además de la alimentación saludable, la actividad física y el equilibrio emocional y mental, existe otro factor que te puede ayudar a tener defensas más fuertes: la activación del nervio vago.
Según el director médico de Harvard Jeffrey Rediger, el cuerpo está equipado con todas las células inmunes que se necesitan para estar protegidos contra toda clase de enfermedades, virus, bacterias y gérmenes, y para que realicen su trabajo correctamente sólo es necesario darles las condiciones adecuadas.
Una forma de ayudar a crear dichas condiciones es activar el nervio vago. Debido a que este nervio corre desde la base del cerebro a través del cuello y se ramifica en el pecho hasta el abdomen, toca casi todos los órganos principales del cuerpo. Por ello, estimularlo y activarlo es importante para mantener un sistema inmunológico fuerte y un organismo saludable.
Activarlo es algo sencillo, sólo se requiere disciplina y constancia. El doctor Rediger recomienda los siguientes tres métodos para estimular el nervio vago con el fin de fortalecer el sistema inmunológico.
El estrés se ha vuelto la constante en el mundo actual. Las personas viven en medio de conflictos, preocupaciones y dramas en casa, el trabajo, en los trayectos, con la pareja, la familia, los amigos, etcétera.
Todo esto afecta al organismo y puede debilitar el sistema inmunológico; el estrés puede aumentar la susceptibilidad del cuerpo a contraer todo tipo de enfermedades e infecciones. Según Rediger, el manejo de la inflamación comienza con aprender a manejar el estrés.
La respuesta fisiológica ante el estrés es como un golpe para el organismo. "Las células inmunes se entumecen y no sólo funcionan de manera ineficiente sino que funcionan incorrectamente y cometerán errores", explica Rediger.
Por el contrario, al relajarte, el nervio vago se estimula y eso ayuda a que el sistema inmunológico trabaje físicamente de manera más eficiente para combatir los virus. Lo mejor es que algunas de las actividades que propician la relajación y combaten el estrés también ayudan a activar este nervio, como los ejercicios de respiración, la meditación y el hábito de la gratitud, por nombrar sólo algunos. Así que elige lo que te funcione mejor para relajarte y ponlo en práctica cuanto antes.
El ser humano es un ser social y, aunque es cierto que hay que saber estar solo y apreciar esa soledad, también lo es que toda persona necesita la la conexión social, pues las relaciones sanas son parte del bienestar y tienen un papel importante en la inmunidad.
"Cuando haces conexiones genuinas con alguien, tu cuerpo se ilumina con oxitocina, dopamina, serotonina, moléculas que tus células inmunes adoran y hacen que funcionen de manera nítida y eficiente", explica Rediger.
Por lo general, se relaciona a esas moléculas con el amor, pero Rediger dice que puedes experimentar esta fiebre sin siquiera conocer bien a una persona, como esa pequeña dosis de alegría cuando alguien es amable o si un extraño te sonríe. "Si es una conexión genuina donde tienes espacio en tu corazón para ellos como ser humano, tu fisiología estará mejor". Sólo una sonrisa puede recorrer un largo camino.
De hecho, la sonrisa puede ser lo que estimula el nervio vago en primer lugar. "Cuando sonreímos y nuestros ojos se iluminan cuando hacemos contacto visual, el nervio vago está haciendo esa conexión con los músculos de los ojos", dice Rediger.
También hay investigaciones que lo respaldan: durante un estudio sobre los efectos de la estimulación del nervio vago en niños con epilepsia, los investigadores encontraron que uno de los efectos secundarios es la risa incontrolable. Si bien ese no es el efecto secundario deseado en un entorno clínico, sí muestra que la risa está asociada con un aumento en la estimulación vagal.
Así que procura mantener relaciones sanas, mantente cerca de las personas que te hacen sentir bien y dan alegría a tu vida, y no te olvides de sonreír y reír siempre.
Más allá de religiones y creencias, el ser humano necesita tener algo en lo cual creer, algo en donde colocar su fe y sus esperanzas, ya sea un ser divino, el cosmos, el universo, la naturaleza, la madre Tierra… siempre es bueno tener un motivo de fe y alguien a quien elevar las plegarias en los tiempos difíciles.
La fe y la oración también tienen la capacidad de estimular el nervio vago. "La fe es un antídoto importante para la respuesta al estrés", menciona Rediger, y reducir el estrés puede aumentar la estimulación vagal (y por lo tanto, mejorar la inmunidad). Así que si la fe y/o la oración funcionan para ti en el objetivo de reducir tu estrés, no dudes en ponerlas en práctica.
Si lo tuyo no es tener una creencia religiosa, piensa en la oración como una meditación, pues al final es un momento de silencio, paz, quietud e introspección que te ayudará a ver más claramente las cosas que pasan y a encontrar una razón para seguir adelante a pesar de las adversidades.
La conclusión es que activar el nervio vago no lleva horas y horas de meditación y trabajo interno (aunque, sin duda, eso no te hará daño, si tienes tiempo). En realidad, es bastante fácil mejorar tu sistema nervioso y salir de esa zona de lucha, huida o congelación que provoca el estrés.
Según Rediger, todo lo que se necesita es un poco de atención, y si agregas el ser compasivo contigo y empático con los demás, además de agradecer y disfrutar del presente, eso te colocará en el camino adecuado para estimular tu nervio vago, estar saludable en todos los aspectos y tener un sistema inmune más fuerte.