Es normal que una persona pierda entre 100 y 200 cabellos al día, ya que cuando éstos mueren se desprenden y caen; pero una cantidad mayor ya podría considerarse un problema de salud, que en ocasiones es causado por diversos padecimientos y enfermedades.
De acuerdo con Abril Martínez Velasco, dermatóloga de la Clínica de Oncodermatología de la UNAM, el estrés y algunas enfermedades, como la covid-19, ocasionan que el ciclo de vida del cabello se reduzca, por lo que se empieza a notar que se caen más cabellos de lo normal.
La especialista explica que el cabello tiene un ciclo de crecimiento (fase anágena) en el que se contiene del 85% 90% del cabello; esta fase dura 7 años. Mientras que el 10% o 15% restante se encuentra en la fase de descanso (telógena). Esta es la última fase de la vida del cabello, en la que ya no crece y permanece unido al cuero cabelludo durante al menos 3 meses; después de ese tiempo, se cae.
Cuando el cuerpo tiene un estrés fisiológico considerable o es sometido a cirugías, nuevos medicamentos o enfrenta enfermedades fuertes como la covid-19, se da una inflamación sistémica muy fuerte.
Ante esas circunstancias, explica Martínez Velasco, el cuerpo dice: ‘Voy a usar esta energía para sobrevivir’, de modo que le “recorta el presupuesto” al cabello, por decirlo de alguna manera, y entonces en lugar de que el 10% del pelo esté en la fase telógena (la última antes de caerse), el 50% de la cabellera pasa a dicha fase y es cuando se da una mayor pérdida capilar.
En este sentido, la pandemia ha afectado a un gran número de personas al causar un mayor estrés del habitual por diversas circunstancias, ya sea por el temor del contagio, tener que atender a un familiar enfermo, la muerte de algún ser querido, la pérdida del empleo o el cierre de los negocios, la mayor carga de trabajo al estar en casa, los problemas económicos, el aislamiento y el distanciamiento social, las clases virtuales, entre muchas otras cosas que han debido cambiar ante las situaciones actuales.
Ese cúmulo de estrés podría ser la causa de una mayor pérdida capilar, mientras que las personas contagiadas también sufren de este problema, a veces no de inmediato, sino incluso meses después. Así, los pacientes asintomáticos que tuvieron coronavirus en mayo o junio apenas ahora experimentan la caída del cabello.
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Finalmente, Martínez Velasco indica que existen diferentes tipos de caída de cabello o alopecia, como:
La especialista recomienda estar al pendiente de qué tanta pérdida de cabello se tiene, identificar sus características y, en caso de que la mayor caída capilar no se detenga o mejore en un plazo de 3 meses, lo mejor es acudir con un especialista en dermatología para realizar una revisión y, en caso necesario, iniciar un tratamiento para frenar la alopecia, que más allá del aspecto físico, afecta la autoestima de las personas.
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