En un abrir y cerrar de ojos, las fiestas decembrinas y de inicio de año se han ido; y si bien no se puede hablar de un regreso a la normalidad porque nada ha sido normal desde hace ya casi 1 año, sí es hora de regresar a la rutina y a la cotidianidad del día a día.

 

Ahora que las cosas vuelven a asentarse, puede ser un buen momento para hacer una pausa y reflexionar sobre lo ocurrido durante el año que acaba de terminar y las lecciones que te dejaron esos hechos, para que puedas procesarlas y aplicarlas en tu vida de ahora en adelante.  

 

Según la ayurveda, todos los aspectos de la vida (relaciones, carrera, rutinas diarias, entorno familiar, etcétera) afectan la salud, ya sea positiva o negativamente. Todo lo que está afuera desencadena reacciones en el interior.

 

Según esta lógica, si no procesas las experiencias externas, éstas pueden acumularse y provocar malestar físico, problemas emocionales y mentales, e incluso enfermedades crónicas.

 

Y el 2020 estuvo lleno de experiencias externas nuevas e inesperadas para todos: confinamiento, distanciamiento social, uso de cubrebocas, uso de desinfectante de manos en todas partes, viajes cancelados, eventos y celebraciones pospuestos, reuniones virtuales, trabajo y clases a distancia, etcétera.

 

Es importante reflexionar sobre todo ello y la manera en la que tantos cambios drásticos afectaron tu forma de vida, tu sentir, tus emociones y tu bienestar en todos los niveles.

 

Las siguientes lecciones ayurvédicas, que surgen de las experiencias vividas a lo largo de 2020, te pueden servir como guía para tu proceso reflexivo y de aprendizaje.

 

Todas las personas están conectadas entre sí y con el mundo

Los seres humanos están hechos de los mismos cinco elementos que el resto del universo: espacio, aire, fuego, agua y tierra. Por lo tanto, el ser humano está conectado no sólo con los demás de su especie sino con todo en la naturaleza. La esencia de la ayurveda es que cuando la humanidad empiece a vivir en armonía con el mundo natural, las personas podrán tener una salud óptima.

 

En esta pandemia, la Tierra envió un aviso de que ya se le ha maltratado demasiado, por lo que necesita descansar y sanar. Y así, el mundo entero se detuvo literalmente, y con ello la naturaleza recobró su vitalidad en diversas regiones del mundo.

 

Además, la pandemia dejó claro que las acciones individuales afectan al grupo y al entorno. Cuando se internaliza esta lección de que lo que cada uno hace al final afecta a todos y a todo, es posible tomar decisiones más empáticas y solidarias, al contemplar lo que es bueno no sólo para uno mismo sino también para los demás, para todos los seres vivos y para el planeta.

 

Las relaciones son importantes para el bienestar

Como ya se mencionó, según la ayurveda, todos los aspectos de la vida, incluidas las relaciones con los demás, afectan la salud. Incluso hay estudios que demuestran que las personas que tienen relaciones cercanas y de apoyo suelen tener niveles más bajos de inflamación, en comparación con las personas que no tienen buenas relaciones.

 

El confinamiento y el distanciamiento social que se volvieron necesarios ante la pandemia han ocasionado que un gran número de personas, sobre todo aquellas que han debido afrontar todo esto solas, deban lidiar con intensos sentimientos de aislamiento y soledad, que a su vez han dado paso a mayores índices de depresión, tristeza, ansiedad y estrés. 

 

Por ello, es importante mantener el contacto y las relaciones a pesar de la distancia y mantenerse al pendiente de aquellas personas que peor lo están pasando, ya que no tienen con quién compartir su sentir. 

 

Si estás solo en esto, procura buscar el apoyo de tus seres queridos a través de mensajes, llamadas o reuniones virtuales en videoconferencias. Y si conoces a alguien que está solo, procura preguntarle de vez en cuando cómo está, cómo vive esta situación, y bríndale tu apoyo y comprensión.

 

Por otro lado, la pandemia también ha ayudado a muchos a depurar sus relaciones, al dejar en evidencia quiénes realmente están contigo en las buenas y en las malas y a pesar de la distancia, y quiénes sólo te buscaban por conveniencia u otros motivos que nada tienen que ver con relaciones saludables y constructivas. 

 

La pandemia te ha dado tiempo y espacio para pensar qué relaciones quieres mantener y cuáles es mejor dejar ir, así que reflexiona en esto e inicia los procesos de desapego que sean necesarios para quedarte sólo con las personas que valoras y te valoran, y que aportan algo positivo a tu vida.

 

La respiración es una medicina poderosa

La respiración y el sistema nervioso están conectados en muchos niveles. Para comprenderlo mejor, resulta muy útil el ejemplo de un hombre de las cavernas que huye de un león.

 

Al verse en una situación de peligro inminente, el cerebro de este hombre activa la respuesta de estrés agudo o "lucha-huida-congelación", que prepara al cuerpo para defenderse y protegerse, al aumentar la frecuencia respiratoria y cardiaca. 

 

Cuando la amenaza desaparece, el sistema nervioso parasimpático se hace cargo y crea la respuesta de "descanso-digestión" o relajación. La frecuencia cardiaca y respiratoria se alentan y el cuerpo comienza a repararse y rejuvenecerse.

 

En otras palabras, el sistema nervioso tiene un efecto directo sobre la respiración y viceversa. Entonces, cambiar el patrón de la respiración tiene efectos en el sistema nervioso, lo que, a su vez, cambia la fisiología del cuerpo y la mente. 

 

Esto significa que la respiración, cuando se realiza de forma consciente, es un remedio poderoso al que puedes acceder en cualquier lugar, en cualquier momento, independientemente de lo que ocurra a tu alrededor. Así que empieza a darte un tiempo cada día para respirar de forma consciente, para equilibrar tu sistema nervioso, aclarar tu mente y balancear tus emociones.

 

La sanación está dentro de ti

La ayurveda se trata, sobre todo, de aprender a escuchar tu sabiduría interior. En un mundo ruidoso, lleno de caos y movimiento, no siempre es fácil hacer esto. Pero, ahora más que nunca, es importante reservar un tiempo para estar lo suficientemente callado como para escuchar los susurros que vienen de tu interior.

 

La meditación te puede ayudar con esto, por lo que sería muy bueno que incluyas unos minutos cada día para practicarla. Y si meditar no es lo tuyo, puedes realizar actividades que propicien el mindfulness, el estar presente en el aquí y el ahora. 

 

Las opciones son diversas y la elección depende de tus gustos e intereses. Puedes practicar jardinería, cocina, repostería, hacer manualidades, tejer, dibujar, pintar, colorear, tocar un instrumento musical, etcétera.

 

Este año procura mirar más hacia dentro, conocer tus necesidades, ver más por ti, por tu cuidado y bienestar. Dedica tiempo a lo que te gusta, te alegra y te llena y mantente en el momento presente, pues si algo le han enseñado al mundo el 2020 y la pandemia es que la vida es efímera y puede irse de un momento a otro; por ello, hay que disfrutar cada instante al máximo.

 

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