La pandemia y todo lo que hay a su alrededor han ocasionado emociones y sensaciones de miedo, ansiedad, angustia, incertidumbre, soledad, tristeza, depresión, etcétera. Todo ese cúmulo de emociones hace que las personas experimenten sueños más vívidos, muchos de los cuales son pesadillas o visiones relacionadas con muerte y escenarios apocalípticos y catastróficos.
Y ya que a muchas personas les ha pasado que alguna vez en la vida algo que soñaron se volvió real, eso aumenta el temor ante los sueños catastróficos. Así, en los últimos meses, muchas personas despiertan sudando y se preguntan qué significa ese sueño extraño y terrorífico que acaban de tener.
¿Puede que se trate de una premonición y algo malo pasará? ¿O puede que sea una reacción inconsciente ante el miedo colectivo? ¿O quizás el encierro y el cambio de hábitos ha afectado lo que ocurre en la mente y, por ende, en los sueños?
De acuerdo con Catharine Allan, clarividente, médium y astróloga, algunos sueños pueden ser visiones intuitivas sobre cosas que a veces resultan ser ciertas, como cuando sueñas algo y tiempo después eso que soñaste o algo muy similar ocurre.
En esas ocasiones, es tu intuición la que te habla y, de alguna manera, te avisa sobre algo que podría suceder, y que al final ocurre. La parte difícil, según la experta, es saber discernir cuándo se trata de sueños que surgen de la intuición y que sí están relacionados con la realidad, y cuándo son visiones oníricas ocasionadas por el miedo y que no tienen que ver con que algo malo va a pasar.
Allan da las siguientes recomendaciones para lidiar con esas pesadillas o sueños catastróficos sin dejarte dominar por el miedo, para que aprendas a identificar si se trata de avisos de tu intuición o si son producto de algo que te hace sentir temor, de todas esas emociones que provoca la situación actual que atraviesa el mundo o de algo que viste o escuchaste.
No des por hecho que esa imagen o situación desagradable que soñaste va a suceder, ni que es una premonición de una próxima desgracia. Tómalo con calma y analízalo primero. Reúne todos los detalles de la visión y escríbelos o medita sobre ellos.
Ve si lo que soñaste coincide con algo que viste recientemente en las noticias, en una película u otro tipo de contenido, o bien con algo que te preocupa, algo que te contaron… en fin, detecta si hubo un detonador para que eso apareciera en tus sueños.
Quizás es un detalle pequeño que en su momento pasaste por alto, pero se quedó tan grabado en tu mente que terminó por hacerse presente en tus sueños. Por eso, antes de entrar en pánico, pregúntate siempre si eso que soñaste es realmente tuyo, o si provino de algo que viste o escuchaste en otro lado o de alguien más.
Si ya pasaste por el primer punto y ese sueño no tuvo influencia de factores externos, entonces puede que sí se trate de tu intuición que te quiere comunicar algo. Pero espera, igual debes tomarlo con calma.
Si soñaste que algo malo pasaba en tu casa o a una persona cercana, no tienes por qué correr a decirle a todos ni hacer algo por tratar de evitarlo, pues lo único que lograrás es generar miedo en las personas involucradas o hacer que te vean como a un loco.
Cuando tu intuición está desarrollada, a menudo te muestra, a través de visiones o sueños, escenarios sobre enfermedades, accidentes, personas despedidas o divorciadas, engaños, muerte, etcétera. Pero no te asustes, porque también intuirás cosas buenas, sólo que esas no suelen generar reacciones tan intensas como las malas.
Si tu intuición te da indicios de lo que puede ocurrir, no necesariamente es para que intervengas o trates de evitarlo si se trata de algo malo, y mucho menos significa que tú lo vayas a causar por haberlo soñado. Simplemente te vuelves testigo de esas situaciones y así puedes elegir cómo actuar.
Quizá tu intuición sólo busca prepararte para lo que viene, no para que lo cambies, sino para que actúes de la manera más adecuada y puedas brindar tu apoyo a quien lo necesite.
Si el tema de los sueños y sus mensajes te interesa, puedes llevar un diario en el que los registres. Así los tendrás presentes y podrás anotar cuando alguno de ellos suceda, ya sea tal como lo soñaste o en una situación similar.
Ten presente que la mayoría de los sueños sólo son creados por tu mente a partir de tus vivencias diarias, de los temas de tus conversaciones, de lo que te preocupa e importa, de lo que ves y escuchas, etcétera. Aunque no lo registres conscientemente, tu inconsciente siempre está en todo y guarda aquello que le resuena.
Así, lo que tienes que hacer es escarbar y analizar de dónde provienen esas imágenes oníricas que te angustian o aterran, pues suelen estar basadas en pequeñas sensaciones que experimentas día a día, que tu mente guarda y construye toda una historia a partir de ellas.
A la vez, esos sueños y pesadillas están cargados de un enorme significado simbólico que no es fácilmente comprensible, pues tiene que ver con la historia personal de cada quien y con lo que hay almacenado en cada mente.
Si algo de lo que sueñas te genera miedo, aléjate de ello y trata de sacarlo de tus pensamientos. Evita los estímulos intensos, como las noticias trágicas, las películas apocalípticas o de terror o las charlas sobre temas que te alteren o estresen, sobre todo por las noches.
Además, procura meditar un poco, realizar alguna actividad que te resulte tranquilizante o escuchar música relajante antes de dormir, para que así tu mente esté tranquila al ir a la cama.
Si algo de lo que sueñas suena verdadero, está relacionado con tu realidad y resuena después de la reflexión, presta atención pero no te asustes, mantén la calma y prepárate para enfrentar algo así y dar tu apoyo y compañía a quien lo necesite en esa situación.
Al final, el tiempo te mostrará lo que es real, y así aprenderás a distinguir mejor los sueños y pesadillas que surgen de tu intuición y los que surgen del miedo o de estímulos externos.
Foto de portada: TheHilaryClark en Pixabay