El miedo y el peligro causan reacciones de alerta en el cuerpo cuando percibes que algo no está bien. Ante estas situaciones tu comportamiento puede tornarse torpe e inclusive salvaje, pues la alerta provoca que busques protegerte a toda costa. Y aunque este es un método natural de supervivencia, también puede ser muy dañino para tu mente si no logras controlarlo o identificar cuándo es realmente necesario defenderte y cuándo es mejor tomarlo con calma y respirar. 

La psicoterapeuta y experta en alineación energética Padma Ali analizó en un estudio la respuesta automática al miedo y llegó a la conclusión de que hay cuatro formas prácticas para entrenar al cerebro y reducir el impacto del miedo. Esto también puede servirte en ocasiones que generalmente salen tu control, como cuando alguien tiene un accidente o lo tienes tú.

El cerebro en crisis

El trabajo principal del cerebro es mantenerte a salvo. Hace latir tu corazón, le dice a tu cuerpo cuándo comer, y cuando se enfrenta a una crisis, automáticamente entra en respuesta de lucha o huida. 

Si has tenido algún tipo de respuesta de pánico a una crisis en el pasado, ya sea un asalto, una billetera perdida o algo más o menos severo, tu reacción ahora se presupone ante esta crisis.

Esto significa que no verás la misma situación como antes de que esto te sucediera, por lo cual podrás crear en tu mente situaciones similares y "ensayar" tus posibles reacciones ante ellas. Tienes que convertirte en un participante activo de tu propia vida para cambiar la forma en que ves el mundo. ¿Pero cómo puedes hacer eso?

Cómo entrenar al cerebro 

• Acepta tus sentimientos; no luches contra ellos.
• Cuando sientas algo incómodo, déjalo ser. Estás muy acostumbrado a que cuando algo no te gusta, generalmente te pones a hacer otras cosas con tal de evitar tus emociones, ya sea ver televisión, comer bocadillos o desplazarte por las redes sociales. "No puedes cambiar cómo te sientes, pero puedes cambiar cómo eliges responder a esas emociones", señala Ali. 

Sé amoroso y compasivo contigo mismo

Si estás frustrado contigo mismo por sentirte ansioso y abrumado, detente y recuerda que está bien. "Atraviesas por tiempos sin precedentes", dice Ali, "así que lo que sea que experimentes es normal". 

Medita

Similar a la aceptación, la meditación es una forma de centrarte en tu comodidad. "Sentarte a observar esos pensamientos ansiosos y temerosos ayuda a calmarlos", comenta Ali, pues al practicar la meditación se hace mucho más fácil tomar acciones que te ayudarán en el futuro: "Las emociones nunca desaparecen, simplemente aparecen de una manera diferente".

Respira 

La respiración es un recurso gratuito y beneficioso al que todos tienen acceso. Si bien hay una variedad de técnicas de respiración, hay una que es sumamente simple: encuentra el punto en tu cuerpo donde sientes dolor o molestia (opresión en el pecho, dolor de cabeza, dolor de estómago). Coloca la palma de tu mano derecha en esa parte del cuerpo, respira y exhala. 

Con cada exhalación, concéntrate en liberar esa incomodidad. Esta acción puede ayudarte a despejar tu mente y situarte en el momento presente, en lugar de permitir que los sentimientos de ansiedad y los pensamientos tipo "¿Qué pasaría si...?" te abrumen. 

Mantente en el presente

"Al cerebro le gusta la familiaridad", dice Ali. "Quiere saber qué pasará mañana y pasado mañana". Con la pandemia global no hay certeza de nada, por lo que tienes que aprender a vivir en el presente con la ayuda de la aceptación, la compasión, la meditación y la respiración. 

Esas prácticas de autocuidado en este momento no son negociables, no son un lujo; son una necesidad. Tienes que cuidar tu mente y tu cuerpo ahora mismo si quieres superar esto.