La dieta cetogénica ya es para muchos conocida, ya sea por los beneficios de comer más grasas y menos carbohidratos, o porque puedes comer queso todo el día. La keto se convirtió oficialmente en una de las dietas más atractivas del año 2018. Puede que no sea fácil eliminar todos los carbohidratos, pero una investigación sugiere que comer grasa puede ayudar a quemar grasa. Por lo tanto, para cualquier persona que intente perder peso, esta puede ser una buena opción de dieta.
Más allá de la pérdida de peso, en diversas investigaciones recientes se encontraron algunos otros beneficios para la salud al seguir esta dieta, que puede tener un impacto a largo plazo en tu vida. Esto es lo que las investigaciones revelaron:
Si bien la dieta keto apareció recientemente, en realidad existe desde la década de 1920, cuando se usaba para tratar la epilepsia infantil. Hoy sigue vigente para estos casos porque, como señalan varias investigaciones, puede ayudar a reducir la frecuencia de las convulsiones en un 30-40%
El Parkinson es un devastador ataque en el sistema nervioso humano, en parte como resultado de la acumulación anormal de una proteína llamada alfa-sinucleína. Las investigaciones al respecto sugieren que hacer dieta keto puede ayudar a descomponer estas proteínas, y reduce los síntomas cognitivos y motores asociados al Parkinson.
Más grandes noticias para el envejecimiento de la mente. En una investigación se encontró que seguir una dieta keto puede ayudar a mejorar la función cognitiva de los pacientes que viven con Alzheimer gracias a las mejoras en la función mitocondrial.
Si bien esto requiere más investigación, en un estudio de 2016 se descubrió que la dieta keto ayudó a mejorar la calidad de vida, la salud física y la salud mental de los pacientes que viven con EM.
¿Cómo podría una dieta rica en carne, mantequilla y queso hacer algo más que incrementar las posibilidades de un ataque al corazón? Si bien aún no está claro cómo la dieta keto afecta la salud del corazón a largo plazo, especialmente para aquellos predispuestos a la enfermedad cardíaca, en una investigación se encontró que la dieta keto puede ayudar a mejorar los niveles de triglicéridos, HDL y LDL, y mejorar los factores de riesgo cardiovascular en general.
Esta es otra área de estudio controvertida pero prometedora: las investigaciones al respecto apuntan a que cuando los pacientes con diabetes hacen una dieta baja en carbohidratos (como la keto), experimentan mejoras en la sensibilidad a la insulina hasta en un 75%, lo cual deviene en una reducción de los medicamentos para el control del azúcar en la sangre. Sin embargo, no se sabe si estas mejoras se deben específicamente a los efectos de la cetosis (el efecto de esta dieta en el organnismo) o a la pérdida de peso en general, por lo que teóricamente se podrían producir resultados similares con cualquier otro régimen alimenticio.
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Aún hay pocos estudios en seres humanos como para demostrar esto, pero los primeros hallazgos sugieren que la dieta keto puede tener efectos antitumorales, al reducir la energía total para que los tumores prosperen. En las pruebas en animales se han reportado reducciones exitosas en el crecimiento de tumores, cáncer gástrico y cáncer de próstata mediante el uso de una dieta cetogénica.
Este es el punto que más le importa a la mayoría de la gente. Lo mejor de la dieta keto es que la mayoría de las personas que hacen dieta informan que no sienten hambre, probablemente porque la cetosis tiende a suprimir la hormona del hambre, la grelina. En un estudio se encontró que los participantes perdieron más peso con una dieta muy baja en carbohidratos (como la keto) que con una dieta baja en grasas.
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Con información de Greatist