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Alimentos vegetales que se convierten en leche

Septiembre 24, 2018

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¿Qué vas a aprender con esta nota?

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  • 6 tipos de leches vegetales

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  • Los beneficios de estas bebidas consideradas superalimentos

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La leche de vaca es el tipo de leche más usual entre los consumidores de esta deliciosa bebida. Es altamente recomendable para los niños en crecimiento por su alto contenido de proteínas, pero también es cierto que en determinado momento deja de ser indispensable e incluso puede desarrollarse una intolerancia a la lactosa, ya que el sistema digestivo cambia con el paso de los años; es por eso que no es extraño encontrar que más del 55% de las personas en edad adulta tienen un cierto grado de intolerancia.

 

Por fortuna, existen varias alternativas que pueden suplir el gusto, beneficios y usos de la leche de vaca, y que en la mayoría de los casos potencian por mucho sus propiedades en el cuerpo humano. Estas son las seis opciones que encabezan la lista de sustitutos. Descubre los múltiples beneficios de cada uno de ellos, y da clic en la imagen de los productos para acceder a su sitio web.

 

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Leche de almendras

La leche de almendras es de color blanquecino y se obtiene al mezclar almendras trituradas en agua. Guarda un cierto parecido con la leche de vaca, pero sus características nutricionales son totalmente distintas. Su sabor es dulce y es un alimento muy consumido por vegetarianos y veganos. Esta bebida posee un elevado valor nutricional: su aporte de grasas buenas es relevante, pues se trata de un alimento hecho a base de frutos secos. Éstos contienen ácidos grasos monoinsaturados, lo que significa que no tienen colesterol malo. Destaca su cantidad de ácido oleico, equivalente a la que se encuentra en el aceite de oliva y otros ácidos poliinsaturados. Contiene altas cantidades de vitamina B6 y E, mientras que las vitaminas B1, B2 y B3 están presentes, pero en menor nivel. Esta leche aporta calcio, magnesio, potasio, fósforo, sodio, hierro y zinc, además de una buena cantidad de fibra. La leche de almendras tiene un muy pequeño efecto laxante, que puede ayudar a regular el tránsito intestinal y a eliminar las toxinas del organismo. También es muy recomendada para celíacos, ya que es totalmente libre de gluten.

 

Leche de coco

La leche de coco tiene la característica de que fortalece el sistema inmunológico y previene decenas de enfermedades. Se obtiene de los cocos maduros, al mezclar la pulpa con agua, batirla y luego filtrarla para obtener un líquido más denso. Esta casi milagrosa bebida contiene ácido láurico, un ácido graso de cadena media que se absorbe fácilmente y es gran fuente de energía; sin embargo, las grasas del coco son altas en calorías, por lo que hay que procurar tomar porciones pequeñas. El 50% de estas grasas tienen propiedades antibacterianas y antivirales. De acuerdo con varios estudios, el ácido láurico está asociado a mejoras en los niveles de colesterol y la salud del corazón; también es útil para disminuir los niveles de presión en la sangre, pues mantiene los vasos sanguíneos flexibles y libres de placa. Además, el magnesio combate el estrés y la tensión muscular. Asimismo, la leche de coco es una rápida y eficiente fuente de calorías para el cerebro.

 

Leche de soya

Esta leche es de las más conocidas y consumidas después de la de vaca. Es una bebida tradicional de la cocina asiática que se obtiene al moler los granos de soya y mezclarlos con agua. Su composición incluye proteínas, carbohidratos, grasas y minerales, y lo que más destaca son sus cualidades dietéticas en comparación con otros tipos de leche. En cuanto a las grasas, además de que la leche de soya tiene menor cantidad de ellas, son insaturadas, y por eso se adapta a las personas que siguen dietas rigurosas. El aporte de aminoácidos es elevado, tiene gran cantidad de vitaminas B1, B2, B6, ácido fólico, vitamina A y vitamina E, por lo que se le considera un superalimento. Los ácidos grasos omega 3 y omega 6 protegen a los vasos sanguíneos y a las células de los radicales libres y los depósitos de colesterol. La leche de soya ofrece una dosis extra de fibra y ayuda a conseguir una sensación de saciedad por períodos más largos. Y por si esto fuera poco, los fitoestrógenos de la soya son un buen sustituto de los estrógenos, por lo que el consumo habitual de soya en la menopausia previene y alivia los síndromes posmenopáusicos.

 

Leche de arroz

La leche de arroz es completamente digerible y posee bajos niveles de grasa y altas concentraciones de nutrientes. Sus propiedades más destacables son su alto contenido de hidratos de carbono de absorción lenta, así como de ácidos grasos esenciales como omega 3 y omega 6. También contiene vitamina B y vitamina E, calcio, hierro y proteínas. Sus propiedades antioxidantes se derivan de la presencia de algunos minerales como el manganeso, que es imprescindible para el metabolismo pues colabora en la formación de cartílago, piel, huesos y tejido conjuntivo y es necesario para la regulación de la insulina. El alto contenido de selenio de la leche de arroz previene el daño celular y los flavonoides combaten el envejecimiento prematuro, gracias a su neutralización de radicales libres. También contiene triptófano, un aminoácido esencial que actúa como precursor de la serotonina, que logra el equilibrio del sistema inmune, la regulación del sueño y el control de la tensión nerviosa. Comparada con otras alternativas de origen vegetal, la leche de arroz es la más hipoalergénica, tiene menos calorías que la leche de almendras y resulta más digestiva que la de soya. No obstante, no hay que olvidar que esta bebida es baja en proteínas, por lo que si la vas a consumir en el desayuno habrá que complementarla con otros alimentos.

 

Leche de avena

Esta deliciosa leche se prepara a partir de granos de avena y agua. Tiene una concentración muy alta de fibra y al no tener grasas saturadas, ayuda a reducir y controlar los niveles de colesterol malo en la sangre. Es perfecta para las personas que tienen dificultades digestivas, pues al tomarla se experimenta una sensación de saciedad sin pesadez, y su ingesta estimula el buen tránsito intestinal. La avena es el cereal que más cantidad de proteínas tiene en su composición. Contiene ocho aminoácidos esenciales, lo que la vuelve altamente recomendable para los deportistas. La vitamina B que está presente en la leche de avena combate el estrés y la ansiedad, y además, el silicio mejora el sistema nervioso central y las capacidades de la memoria. También tiene propiedades adelgazantes, así que será la mejor aliada si practicas algún tipo de dieta.

 

Leche de alpiste

La leche de alpiste es una buena fuente de proteína con mucha carga enzimática. El alpiste produce la lecha tras ser remojado varias horas. El líquido fomenta la pérdida de grasa y al mismo tiempo, llena de energía. El alpiste contiene omega 3 y 9, ácidos grasos beneficiosos para combatir la grasa que se acumula por obesidad. También contiene vitaminas E y B. La vitamina E es un antioxidante que previene el Alzheimer, el cáncer de piel y de próstata, y la vitamina B es esencial para el crecimiento y colabora en el proceso de descomposición de los alimentos ingeridos, mediante el metabolismo. Una propiedad importante del alpiste es que tiene magnesio, esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y para la producción de energía. La leche de alpiste regula los niveles de azúcar en la sangre y por eso es recomendada en casos de diabetes. Además, según un estudio reciente, seis cucharadas de alpiste equivalen aproximadamente a las proteínas de 2 kilos de carne roja.

 

Como verás, las opciones son amplias. Elige la que más te convenga según tus necesidades. ¿Ya eres consumidor de alguna de ellas? Comparte tu experiencia en los comentarios.

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