Es sabido que las culturas orientales, como la japonesa, fomentan un especial cuidado de la piel, ya sea por tradición o por continuar de manera natural los efectos positivos tanto de su alimentación como de su modo relajado de vida en comunidades rurales.
Un factor principal que hace que en estas culturas la piel se mantenga mucho más saludable que en otros lugares tiene que ver con la dieta cotidiana. Es usual encontrar en sus alimentos diarios ingredientes que se usan en tratamientos faciales, como el arroz y el té verde.
Si se trata de hablar del cuidado de la piel tanto del cuerpo como del rostro, hay mucho que aprender de las prácticas de Oriente. Aquí hay tres claves para el mantenimiento de tu piel, implementadas por Victoria Tsai, una gurú de belleza:
1) Menos es más. En los productos de belleza, es mucho mejor escoger los de pocos ingredientes de alta calidad que los de muchos ingredientes de mediana calidad. Este es uno de los errores clásicos al momento de elegir un producto, pues existe la ilusión de que mientras más componentes tiene, mayor será su efectividad. Y eso es, incluso, contraproducente. Lo que más importa es la calidad de cada uno de los ingredientes tanto de las cremas como de los maquillajes, los desmaquillantes e incluso los protectores solares. Pocas veces se mira todo lo que contienen, y eso es fundamental.
2) Los rituales son esenciales. Tener un ritual de limpieza de la piel, de humectación y de maquillaje, es muy importante. Así te acostumbras a dedicarles un espacio específico y detallado a estas acciones dentro de tu rutina. Un ejemplo podría ser establecer un horario y duración definida del proceso de desmaquillarte. El ritual implica generar conciencia de lo que haces, y sobre todo, crear espacios agradables y placenteros para ello.
3) Cuidar tu piel es cuidar tu cuerpo en general. Esta podría ser la base de todo cuidado personal. Cuidar la piel es cuidar la salud de todo tu cuerpo. La piel es el órgano más grande y expuesto. Su relevancia es mucha porque también es como si fuera la “carta de presentación”, ya que es lo primero que observamos de los otros. La salud integral se refleja muy fácilmente en ella. Tanto las enfermedades como los estados bajos de ánimo pueden propiciar la aparición de imperfecciones y manchas.
Si aplicas estos sencillos consejos lograrás que tu piel reluzca como nunca antes y, al mismo tiempo, fomentas una buena apariencia. Tu cuerpo entero se beneficiará de este cuidado externo.