Muchas veces, el diagnóstico de diabetes llega por sorpresa. Es muy común que las personas que viven con esta condición acudan al médico por complicaciones oculares, cardiacas o renales derivadas de los niveles irregulares de azúcar en sangre, y hasta entonces se enteran de que son consecuencia de la diabetes tipo 2.
En el caso de la diabetes tipo 1 (DT1, el 1% de los casos en México) no existe la posibilidad de un diagnóstico tardío, ya que el cuerpo humano necesita la insulina para sobrevivir. La ausencia de esta hormona es inminente cuando se presenta la DT1 y si la condición no se controla adecuadamente, puede fomentar la aparición de complicaciones de salud.
En el marco de los 100 años de la insulina, Gisela Ayala, directora ejecutiva de la Federación Mexicana de Diabetes A. C., quiere terminar con la falsa creencia de que un diagnóstico de diabetes es una sentencia de muerte. Todo es cuestión de tomar la decisión de mantener bajo control ciertos niveles en tu metabolismo.
Aquí podrás encontrar siete hábitos que permiten vivir con diabetes y mantenerse lo más saludable posible.
1. Come saludablemente. Llevar un plan de alimentación personalizado y adecuado a tus necesidades y gustos es básico para nutrirte bien, para mantener o conseguir un peso adecuado y, sobre todo, para controlar tus niveles de glucosa en sangre.
2. Haz actividad física. Establecer un plan de ejercicio constante y personalizado ayudará a normalizar los niveles de glucosa y contribuirá al control metabólico. Caminar 30 minutos diarios, cinco veces a la semana, es suficiente para ver resultados.
3. Monitorea tus niveles de glucosa. Observar la variación de tu glucosa a lo largo del día permite modificar tus dosis y e identificar los elementos que afectan o te ayudan a llevar un control. Tener un registro de estas cifras es una herramienta de gran ayuda para el médico y el educador en diabetes.
4. Apégate a tu tratamiento médico. Es indispensable conocer la función y los efectos que los antidiabéticos orales y la insulina producen en el organismo, así como los horarios de administración, pues esto ayuda a mantener bajo control los niveles de glucosa.
5. Aprende a enfrentar retos cotidianos. Adquirir habilidades para resolver problemas del día a día es de vital importancia. Un episodio de alteración de la glucosa en sangre (alta o baja), los días de enfermedad, las fiestas, los viajes, etcétera, requerirán tomar decisiones informadas acerca de la alimentación, la actividad física y los medicamentos.
6. Reduce riesgos. Es importante acudir periódicamente con el médico para mantenerte en control y que te ayude a entender tu condición y te brinde toda la información necesaria para manejarla de la mejor manera posible.
7. Toma una actitud positiva. Esto no te puede faltar. Para lograrlo puedes implementar técnicas para relajarte, alejar el estrés y las actitudes negativas, además de adoptar hábitos saludables.
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