En los últimos años se le ha dado mucha importancia al ayuno y sus beneficios para mejorar la salud. No es una regla para todos, pero puede ser que algunas personas se sientan mucho mejor con este estilo de vida.
Aprende a reconocer las señales que te da tu cuerpo, escúchalo y a partir de eso decide qué es lo mejor para que tu salud esté en óptimas condiciones.
Cuando pasas por un proceso de ayuno prolongado, tu cuerpo comienza a renovarse, tus células se regeneran y es como si empezaras de cero. A esto se le conoce como autofagia: un mecanismo de auto preservación que el cuerpo utiliza para deshacerse de todas las células que ya no funcionan y reciclar, reparar y limpiar las que sí, para que ocurra una mejoría a nivel celular.
De acuerdo con la cardióloga Luiza Petre, se trata de un proceso de limpieza y reciclaje, como si le hicieras reset a tu cuerpo. Además de todo esto, promueve la adaptación como respuesta a diferentes factores estresantes y toxinas que se acumulan en tus células.
Una de las cosas más importantes que promueve la autofagia es la capacidad de que tus células se renueven; y como consecuencia promover que el envejecimiento tarde más en llegar.
Asimismo, el dietista Scott Keatley dice que si tu cuerpo pasa por un periodo de hambre, la autofagia permite que sigas funcionando sin ningún problema. Esto, por supuesto, no quiere decir que para todos sea algo sano, así que antes de cualquier cosa recuerda siempre consultarlo con tu médico.
A nivel celular los beneficios de la autofagia incluyen:
• Elimina las proteínas tóxicas de las células que se atribuyen a enfermedades neurodegenerativas, como Parkinson y Alzheimer.
• Reciclaje de proteínas residuales.
• Proporciona energía y bloques de construcción para las células que todavía podrían beneficiarse de la reparación.
• A mayor escala, estimula la regeneración y la salud de las células.
Las dietas cetogénicas y el ayuno intermitente promueven la autofagia. Petre dice que la mejor forma de activar la autofagia es mediante el ayuno, pero si no quieres dejar de comer del todo, puedes optar por incorporar una dieta cetogénica: alta en grasas saludables y baja en carbohidratos.
Por grasas saludables se refiere a alimentos como: aceite de coco, aguacate, pescados grasos (salmón, sardinas), nueces, mantequilla o ghee y grasas animales, por mencionar algunos.
Lo más importante de todo esto es que antes de iniciar un proceso así, sepas bien porqué lo quieres hacer, tengas la disciplina que se requiere y seas constante. También recuerda consultarlo con tu médico, ya que cambiar drásticamente tu dieta o ayunar así como así no es del todo fácil y seguramente vas a necesitar pasar por un proceso de adaptación.
Otra manera en la que puedes inducir a tu cuerpo a la autofagia es el ejercicio. De acuerdo con un estudio en animales, el ejercicio físico puede inducir este proceso en los órganos que forman parte de los procesos de regulación metabólica.