La fatiga constante es un problema común en la vida adulta, y a menudo se asume que está directamente relacionada con la falta de sueño. Sin embargo, incluso aquellos que duermen las horas recomendadas pueden experimentar un cansancio persistente, y aquí te decimos cuáles son algunas causas de la fatiga que no están relacionadas con la falta de descanso.

1. Estrés crónico

El estrés crónico es una causa común de fatiga. Cuando el cuerpo está constantemente en modo de "lucha o huida" debido al estrés prolongado, puede agotar las reservas de energía, dejando una sensación de cansancio constante. Además, el estrés crónico puede afectar la calidad del sueño, contribuyendo aún más a la fatiga.

2. Problemas de tiroides

Tanto el hipotiroidismo (tiroides poco activa) como el hipertiroidismo (tiroides hiperactiva) pueden causar fatiga. La tiroides regula el metabolismo, por lo que cualquier desequilibrio puede afectar la energía del cuerpo. Lo ideal es que acudas periódicamente a revisiones médicas para descartar cualquier problema de salud, en especial si ya padeces de fatiga constante.

3. Deficiencias nutricionales

La falta de nutrientes esenciales, como el hierro, la vitamina D, las vitaminas B (especialmente B12), el magnesio y el potasio, puede llevar a la fatiga. Estos nutrientes son cruciales para la producción de energía y el funcionamiento óptimo del cuerpo. Puedes obtenerlos a través de una alimentación balanceada, o bien, consultar a tu médico para que te recomiende los suplementos más adecuados para ti.

4. Deshidratación

La deshidratación ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente agua para realizar sus funciones normales. Incluso una deshidratación leve puede causar fatiga, ya que el agua es esencial para el transporte de nutrientes y oxígeno a las células, así como para la eliminación de desechos. Por ello, es importante que aprendas a escuchar a tu cuerpo y le des la cantidad de líquido que necesita cada día para funcionar adecuadamente.

5. Ansiedad y depresión

La salud mental juega un papel crucial en la sensación de energía y vitalidad. La ansiedad y la depresión pueden mantener el cerebro más activo durante la noche, lo que da como resultado un sueño más superficial y menos reparador. Estos problemas de salud mental pueden tener síntomas físicos reales, uno de los cuales es la fatiga. Además, el cansancio relacionado con la salud mental puede ser debilitante y persistir incluso después de dormir lo suficiente.

6. Consumo de bebidas y sustancias estimulantes

El consumo de alcohol y cigarrillos en las horas previas a dormir, así como la cafeína consumida hasta ocho horas antes de acostarse, pueden afectar negativamente la calidad del sueño. Estas sustancias pueden hacer que el sueño sea más superficial, llevando a despertares rápidos y un sueño menos reparador. Además, beber líquidos antes de dormir puede aumentar las probabilidades de tener que levantarse a orinar durante la noche.

7. Enfermedades crónicas

Varias enfermedades crónicas, como la diabetes, la enfermedad de Lyme, la fibromialgia, y enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y el lupus, pueden causar fatiga. La gestión de estas condiciones puede ayudar a aliviar la fatiga asociada.

8. Inactividad física

Paradójicamente, la falta de actividad física puede contribuir a la fatiga. El ejercicio regular mejora la salud cardiovascular, aumenta los niveles de energía y mejora la calidad del sueño. Así que procura incluir en tu rutina diaria algún ejercicio que te guste y te mantenga motivado.

9. Desequilibrios hormonales

Los desequilibrios hormonales, no solo relacionados con la tiroides sino también con la menopausia, el embarazo, y el síndrome de ovario poliquístico (SOP), pueden causar fatiga. La regulación de estos desequilibrios puede mejorar significativamente los niveles de energía.

La fatiga constante no debe ser una condición con la que simplemente hay que lidiar y es importante saber que puede tener múltiples causas, muchas de las cuales no están directamente relacionadas con la cantidad o calidad del sueño. 

Si experimentas fatiga persistente, es importante considerar estos factores y consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada y un plan de tratamiento personalizado. Reconocer y abordar la causa subyacente de la fatiga es el primer paso hacia la recuperación de tu energía y bienestar.