Después de unas largas vacaciones o un fin de semana relajante es probable que lo que menos quieras, un lunes, es despertar a las 6 de la mañana. Pero es algo que no puedes evitar: las responsabilidades llaman y por más que quieras otros 5 minutos, sabes que se te hará tarde. Y no sólo esto: se sabe que si postergas la hora de despertar, esto puede causar que te sientas aún más cansado y te despiertes de mal humor. 

¿A qué se debe esto? Lo relacionado con tu sueño está regido por algo que se llama el ritmo circadiano, el cual se refiere a los cambios diarios de tu cuerpo que se llevan a cabo a lo largo del día. Estos cambios responden principalmente a la luz y la oscuridad. Los animales, las plantas y todo lo que tiene vida tiene un ritmo circadiano. 

Entonces, cuando apagas tu alarma para dormir “5 minutos más”, lo que provocas es que tu ciclo comience de nuevo. Si te encuentras en un sueño ya muy profundo, te va a costar aún más despertarte y te sentirás mucho más cansado. La calidad de tu sueño se fragmenta y, básicamente, no obtienes todos los beneficios que te da dormir bien. 

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¿Cómo dejar de apretar el botón de snooze? 

Agradece por tener un día más. Cuando empieces a practicar la gratitud, tu perspectiva de las cosas será totalmente diferente. Tan sólo ponte a pensar: ¿y si en lugar de quejarte por un día más de trabajo tedioso, agradeces por poder respirar, ver a tus amigos, tu familia y tu pareja? 

Pon un tono de alarma que te guste. La música tiene un efecto en tu cerebro y según qué tipo de tonos elijas es como te sentirás. Si tienes una canción favorita que te pone muy de buenas, opta por eso en lugar de elegir algo genérico que viene en tu celular. 

Siempre ten un propósito. Si solamente vas por la vida como un robot (despertar, trabajar, comer, dormir), probablemente no tendrás muchas ganas de levantarte. Pero si realmente agradeces y aprecias todas las capacidades que tienes para ser mejor, para cambiar algo, para crear un impacto en tu trabajo o en alguien más, toda la perspectiva de tu día va a cambiar completamente. Levántate con el lema de servir a los demás, sin querer recibir nada a cambio. Sólo sirve, sé de ayuda y quédate con las cosas positivas del día. 

Ante todo debes cultivar una rutina, tener disciplina para hacer las cosas y darte cuenta de todos los beneficios que esto conlleva. Así que tómalo como un compromiso contigo mismo, para mejorar día a día y no postergar nada en tu vida. 

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