El día laboral o la vida en general pueden llegar a ser muy agotadores, pero si tomas una siesta en la tarde podrás sentir mucho más descanso y bienestar, pues esta es una forma natural de restaurar al cuerpo. También es cierto que, a veces, después de una siesta despiertas aún más cansado o inclusive de malas. 

Por ello, tal vez sea buena idea seguir estas recomendaciones para que tus siestas sean eficaces: 

•    Asegúrate de que no tendrás ningún tipo de interrupción o sonidos extraños
•    Apaga las luces, cierra las cortinas y no dejes que la luz entre
•    Trata de no dormir más de 30 minutos, después de este tiempo te sentirás peor
•    Utiliza algo para taparte

Beneficios de tomar siestas

Pueden mejorar tu estado de ánimo 

Si te sientes de mal humor o triste, tal vez tomar una siesta pueda ser tu mejor opción. Los expertos dicen que cuando te sientas o acuestas en un lugar cómodo y te relajas para descansar un poco, te sentirás mucho mejor al despertar. 

Mejora tu rendimiento físico 

Resulta que dormir la siesta no sólo es bueno para los procesos mentales, sino que también tiene un impacto positivo en la resistencia física y el rendimiento. Un estudio realizado en 2007 y publicado en la revista Journal of Sports Sciences sometió a 10 hombres sanos a una serie de carreras antes y después de una siesta de 30 minutos tras el almuerzo. Como resultado, se obtuvo que los tiempos mejoraron posterior a las siestas. 

¿Quieres mejorar tu memoria? ¡Haz una siesta!

Dormir bien tiene un papel muy importante en el almacenamiento de memorias. Las siestas te pueden ayudar a retener cosas que aprendiste algunos días antes. Asimismo, tus habilidades motoras estarán en estado óptimo y tu percepción sensorial mejorará. 

Diversas investigaciones han demostrado que las personas se desempeñan mejor en una tarea que distingue la textura visual después de una noche de sueño que inmediatamente después de aprenderla. En un estudio realizado en 2003 y publicado en Nature Neuroscience se encontró que la gente se desempeñaba igual de bien en la prueba después de una siesta de 60 a 90 minutos que tras una noche completa de sueño.