Desde la entrada del otoño, con el cambio estacional de clima empezaron, junto con los atardeceres más hermosos del año, los casos cada vez más frecuentes de resfriado común, influenza, bronquitis y tos, los cuales suelen ser atendidos en consultas de primer nivel donde se prescriben entre 80 y 90% de las recetas con antibiótico, según cifras del Instituto Nacional de Salud Pública.
Del total de casos de infecciones respiratorias, apenas entre 10 y 15% requiere este tipo de tratamientos. Esto pone al paciente en riesgo de padecer desde malestares como diarrea –asociada a estos medicamentos– hasta amenazas de mayor gravedad, como la resistencia antimicrobiana.
José Lorenzo García, director médico del laboratorio Biocodex de México, recomienda siempre tener en mente estos tres puntos para un consumo responsable de antibióticos en esta temporada de frío:
No tomar en cuenta estas recomendaciones aumenta el riesgo de contraer una infección resistente a los antibióticos; de ahí la importancia de su consumo responsable. Muchas de las bacterias tienen una actividad beneficiosa en el organismo, por eso es importante que el médico señale qué medicamento debe prescribirse para atacar a las bacterias que en determinada situación dañan la salud de cada paciente.
Por lo anterior se recomienda que todo tratamiento con antibióticos se acompañe con el consumo de probióticos, microorganismos vivos que se encuentran en algunos productos lácteos y alimentos fortificados, pero también en comprimidos, cápsulas y sachets, que en este caso contribuyen al cuidado y fortalecimiento de la microbiota intestinal y la función inmunitaria. El doctor García sugiere consumir los de origen natural, que se desarrollan a partir de la levadura Saccharomyces boulardii, pues hay algunos que se crean a partir de alguna bacteria y la mayoría de ellos son vulnerables a la acción de los antibióticos.
Los antibióticos han servido como la piedra angular de la medicina moderna desde su descubrimiento; sin embargo, el abuso en su consumo ha favorecido malestares e incluso problemas de salud pública a nivel global como la resistencia antimicrobiana, por lo que hoy en día su consumo responsable es una prioridad.