A diferencia de otros tipos de cáncer, el de hígado tiene un alto nivel de mortalidad de aproximadamente 80% al 85%,  debido a que la mayoría de los pacientes son diagnosticados en etapas muy avanzadas, además de que su manejo es caro y complejo y pocas instituciones cuentan con los especialistas necesarios para su tratamiento. 

Mayra Galindo, directora general de la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer A. C., destacó la importancia de contar con la nueva herramienta informativa en la que participa un grupo multidisciplinario de especialistas médicos, quienes comparten su conocimiento para enfrentar este cáncer.

La Guía sobre cáncer de hígado reúne información integral que, entre otros temas importantes, desmitifica la idea de que la cirrosis por alcoholismo es la única causa de cáncer de hígado. Leticia Aguiar, coordinadora del Movimiento Nacional Juntos Contra el Cáncer A. C., menciona que la supervisión continua es necesaria, principalmente en aquellas personas que padecieron hepatitis C y B o cirrosis de cualquier tipo, para evitar la aparición del cáncer y, de ser el caso, atenderlo de manera oportuna.

El doctor Samuel Rivera, jefe del Departamento de Oncología Médica en la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS, asegura que las afecciones hepáticas que se identifican como factor de riesgo para desarrollar cáncer de hígado son principalmente el hígado graso, las hepatitis B y C y los diferentes tipos de cirrosis. No obstante, pueden pasar hasta 20 años antes de que el paciente identifique que padece la enfermedad, dado que el daño hepático es de lenta evolución y sus síntomas suelen manifestarse hasta etapas avanzadas e irreversibles.

Entre sus principales síntomas destacan: fatiga, debilidad, falta de apetito, saciedad temprana, pérdida de peso, dolor en la parte superior derecha del abdomen que se puede pasar a la espalda, episodios de fiebre y náusea, comezón y moretones, así como piel y ojos de color amarillo.

De los tipos de cáncer de hígado, el hepatocarcinoma es el primer lugar en incidencia de tumores primarios de hígado; es el segundo lugar a nivel mundial en mortalidad atribuible a cáncer y en 2018 representó el séptimo lugar en incidencia. Además, es un mito que este tipo de carcinoma aparezca sólo en pacientes alcohólicos, ya que hay factores de riesgo infecciosos como el virus de la hepatitis B y C, además de metabólicos como el hígado graso o diabetes. 

El doctor Abdel Karim Dip Borunda, médico oncólogo del Departamento de Oncología Médica del Centro Médico Nacional SXXI, IMSS, destaca que son tres los principales grupos de riesgo: pacientes con cirrosis, pacientes con obesidad y pacientes no cirróticos con presencia de infección por virus de hepatitis B. 

Es fundamental mantener un hígado saludable a través de una sana alimentación, consumo moderado de alcohol, evitar sobrepeso y obesidad, prevenir hepatitis virales al evitar contacto sexual sin protección, consumo de drogas inyectables, aplicación de tatuajes o perforaciones, transfusiones sanguíneas con sangre no segura, y en el caso de la hepatitis B a través de la vacunación, así como la supervisión médica anual, sobre todo en personas con hígado graso, fibrosis, cirrosis y hepatitis B o C.