Entre los múltiples músculos que sostienen nuestro cuerpo, el psoas destaca por su importancia y su impacto en la salud y el bienestar holístico. Aunque muchas veces se pasa por alto en las rutinas de ejercicio, o peor aún, ni siquiera sabemos de su existencia, el psoas juega un papel crucial en nuestra postura, movilidad y bienestar general.
Para empezar, es importante saber que el psoas es un músculo profundo que se encuentra en la región lumbar de la columna vertebral y se extiende hasta la parte superior del fémur. Junto con el ilíaco, forma el músculo iliopsoas, el principal flexor de la cadera. Su función principal es permitir el movimiento de las piernas y la estabilidad del tronco.
El psoas es esencial para levantar las piernas hacia el torso, facilitando movimientos como caminar, correr y subir escaleras. Junto con otros músculos del core, ayuda a estabilizar la columna vertebral, especialmente durante movimientos que implican cambios en la postura.
Este músculo también juega un papel importante para mantener una postura erguida y equilibrada, ya que ayuda a mantener el equilibrio entre el tronco y las piernas.
El psoas no solo afecta nuestra movilidad física, sino que también tiene un impacto significativo en nuestro bienestar emocional y mental. Su estado puede influir en diversas áreas, tanto de la salud física como de la emocional y mental, así como en el equilibrio espiritual.
El psoas está asociado con el sistema nervioso autónomo, que regula la respuesta al estrés. Este músculo está íntimamente relacionado con la respuesta de lucha o huida del cuerpo. Cuando experimentamos estrés o miedo, el psoas puede contraerse y mantener al cuerpo en un estado de alerta constante. Esto puede llevar a un ciclo de tensión crónica que afecta la postura y el estado emocional.
La tensión en el psoas también puede provocar dolor en la parte baja de la espalda y problemas posturales, lo que a su vez puede afectar la calidad de vida y el bienestar general.
El psoas se conoce como el “músculo del alma”, debido a su conexión con las emociones. Por lo tanto, las tensiones y contracturas en este músculo pueden reflejar o amplificar emociones reprimidas y bloqueos emocionales.
El término "músculo del alma" también refleja la idea de que este músculo es un puente entre el cuerpo y el espíritu. Se cree que un psoas saludable ayuda a liberar bloqueos emocionales, para así tener una conexión más profunda con uno mismo y con la esencia interna.
El psoas está directamente conectado con el plexo lumbar y el diafragma, ambos relacionados con la respiración y la respuesta al estrés. Cuando el psoas está tenso, puede afectar la respiración, lo que crea una sensación constante de tensión o ansiedad. Relajar el psoas puede liberar estas tensiones acumuladas y promover una sensación de calma y conexión interior.
En las tradiciones orientales, el área donde se encuentra el psoas está cerca del Hara o segundo chakra (Svadhisthana), que se relaciona con la creatividad, la emoción y la energía vital. Un psoas equilibrado puede ayudar a estabilizar este centro energético, lo cual contribuye a un sentido más profundo de equilibrio y bienestar.
Finalmente, debido a que el psoas está conectado con la pelvis y la columna vertebral, juega un papel crucial en la postura y la forma en que nos presentamos al mundo. En este sentido, un psoas equilibrado ayuda a tener una postura más abierta y expansiva, lo cual puede traducirse en una mayor confianza y apertura emocional.
- Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: Incorporar ejercicios específicos para estirar y fortalecer el psoas puede ayudar a mantener su flexibilidad y función óptima. Ejemplos incluyen estiramientos de flexión de cadera y ejercicios de fortalecimiento del core.
- Prácticas de yoga: Posturas de yoga como la postura del guerrero y el estiramiento de la paloma son excelentes para trabajar el psoas. La práctica regular de yoga puede ayudar a mantener este músculo equilibrado y libre de tensiones.
- Movilidad y postura: Prestar atención a la postura durante las actividades diarias y evitar estar sentado durante largos períodos puede prevenir la rigidez del psoas. Incorporar pausas activas y estiramientos durante el día puede ser beneficioso para el bienestar general y para mantener este músculo flexible y en buenas condicione.
- Manejo del estrés: Técnicas de manejo del estrés como la meditación, la respiración profunda y el mindfulness pueden ayudar a reducir la tensión en el psoas y mejorar el bienestar general.
Como puedes ver, el músculo psoas juega un papel muy importante para la movilidad y estabilidad del cuerpo, y su salud tiene un impacto notable en el bienestar físico, emocional y mental. Al prestar atención a este músculo y mantenerlo en equilibrio, podemos mejorar nuestra postura, reducir el dolor y promover una sensación general de bienestar.