Si padeces de insomnio seguramente has intentado todos los remedios caseros, herbolarios, clínicos, para contrarrestarlo y poder, por fin, dormir de corrido al menos 8 horas. Muchas de las investigaciones sobre los secretos del sueño se concentran en el análisis del cerebro, pero un nuevo estudio sugiere que nuestros músculos juegan un papel clave para poder conciliar el sueño. Científicos de UCLA encontraron que una proteína del músculo esquelético disminuye la privación de sueño en los ratones. El hallazgo podría conducir a tratamientos para el insomnio y los trastornos del sueño que no impliquen romper a través de la barrera hematoencefálica, el sistema de seguridad de alto nivel del cerebro que a menudo frustra a los científicos cuando implementan tratamientos a base de drogas.
"Este hallazgo es completamente inesperado y cambia la manera en que pensamos que el sueño está controlado", agregó el coautor Joseph Takahashi, presidente de neurología del UT Southwestern Medical Center en un comunicado. Para el estudio, publicado en eLife, el equipo manipuló los niveles de la proteína Bmal-1. Los ratones con niveles más altos de esta proteína en los músculos esqueléticos se recuperaron más rápidamente de la privación de sueño que aquellos con menos proteína. Según el equipo, esto es una novedosa evidencia de que una proteína del reloj biológico en el músculo puede comunicarse con el cerebro e influir en los patrones de sueño.
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La siguiente pregunta lógica es: ¿qué tan seguro resulta aumentar los niveles de Bmal-1? Si el aumento de la proteína reduce los efectos de la privación del sueño, ¿hay consecuencias imprevistas en otros lugares? En el curso de 3 años, el equipo ha analizado esto, y aún no han encontrado ningún efecto negativo. El sueño es un factor claramente crucial en nuestra salud general; de acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, al menos 1/3 de las personas padece trastornos del sueño, lo que acarrea riesgo de padecer obesidad, accidentes cerebrovasculares, presión arterial alta y enfermedades del corazón.
Esta nueva investigación sugiere que podríamos encontrar vías terapéuticas para los tratamientos contra el insomnio y los trastornos del sueño que no requieran romper la barrera hematoencefálica. Por ahora, sin embargo, se necesitan más investigaciones para comprender plenamente el vínculo entre la proteína muscular y el sueño.
Con información de IFL Science