Durante siglos, la humanidad nunca se planteó la posibilidad de que la maternidad tuviera un "reloj biólogico" que a cierta edad disparara en las mujeres las ganas de concebir. Esto se debe a que las mujeres tenían hijos siendo aún muy jóvenes y sin nunca tener una verdadera posibilidad de elegir si deseaban hacerlo o no. En la actualidad, la mayoría de las mujeres en Occidente pueden decidir si desean convertirse en madres y, no sólo eso, ciertos sectores han comenzado a postergarlo cada vez más, por lo que ha surgido la idea de que después de los 27 años el cuerpo comienza a "pedir un bebé" y las mujeres sienten "la necesidad física" de embarazarse. Sin embargo, esta teoría no está avalada por ningún estudio científico; por el contrario, los médicos creen que forma parte de un constructo cultural.

Es decir, que la sociedad, al ver a una mujer soltera o sin hijos de determinada edad, dedicada a su empleo o a sus proyectos personales, comienza a presionarla para que se embarace, y esa presión viene disfrazada de "Tu cuerpo te lo va a pedir". Existen mujeres que han declarado haber sentido esta necesidad física; sin embargo, ellas siempre habían estado convencidas de querer ser madres. Al mismo tiempo, existen muchas otras que desde jóvenes decidieron no tener hijos y jamás han sentido un "llamado" por la maternidad. El "reloj biólogico" no tiene nada de biológico y sí mucho de social, pues responde a los mandatos de la sociedad más que a los del cuerpo. 

La decisión de la maternidad es absolutamente personal y cada mujer la toma o la descarta de manera distinta sin que influyan factores químicos como las hormonas o el reloj biológico. Estos son tres mitos acerca de biología y maternidad que seguimos repitiendo, a pesar de que son falsos:

1. A cierta edad, las hormonas te piden un hijo. Esto es absolutamente falso; las hormonas no influyen de ninguna manera en nuestro deseo por convertirnos en madres o en nuestra decisión de no hacerlo.

2. Las mujeres deben reproducirse para estar completas. No hay nada de científico en esta aseveración; por el contrario, es un mandato cultural, que, afortunadamente, cada día pierde más peso.

3. Si no tienes hijos te va a dar cáncer en la matriz. No existe evidencia médica que pueda probar la incidencia de cáncer cervicouterino en mujeres que no son madres, así que ese dato es falso.

Como ves, nadie (ni siquiera tu cuerpo) puede tomar la decisión de tener hijos por ti. Es algo que tú misma debes meditar y elegir sin permitir presión de ningún tipo.

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