Los primeros meses del año son perfectos para viajar. Muchos aventureros encuentran en las primeras semanas del año una gran oportunidad para empezar con uno de sus principales deseos para el nuevo ciclo: viajar. Es un momento ideal porque es temporada baja, además del pretexto perfecto para escapar de las ciudades y adentrarse en la naturaleza. 

Hay viajeros que aman acampar, excursionistas que exploran las zonas boscosas para disfrutar del color y el aire limpio que brinda la naturaleza; estos viajeros son afortunados por la belleza de los paisajes, pero también son los más expuestos a la picadura de insectos de todo tipo. Entre éstos, algunos son más peligrosos que otros; por eso, es necesario seguir las recomendaciones para disfrutar del viaje sin contratiempos. 

Uno de estos minúsculos aguafiestas son las garrapatas. La garrapata es un parásito externo que se alimenta de la sangre de animales y seres humanos; es un artrópodo perteneciente a la familia de los arácnidos. Se conocen unos 850 tipos distintos de garrapatas y aunque la mayoría son inofensivos, algunas especies pueden transmitir distintas enfermedades como la enfermedad de Lyme.

La doctora Elizabeth Macías, especialista en medicina del viajero y directora de Vacunas y Visas en Viajes, asegura que en Europa y Estados Unidos la garrapata es el primer transmisor de enfermedades en el ser humano y es el segundo en el mundo, después de los mosquitos.

Los aventureros que acampan son los más expuestos a la picadura de esta especie, ya que estos parásitos suelen encontrarse aferrados a las ramas, arbustos o maleza muy espesa, e incluso en algunos animales (aunque los perros y gatos no pueden infectar a los humanos). Suelen buscar para su picadura los lugares húmedos y calientes del cuerpo humano: los pliegues de las ingles, las axilas, la parte posterior de las piernas y el ombligo. 

Lyme: la gran imitadora

La doctora Macías brinda más datos sobre esta enfermedad:

• Copia cualquier padecimiento autoinmune como el lupus, artritis, fibriomialgia, puede parecer una gripa, entre otras.
• Se le conoce como la gran imitadora, por provocar síntomas de otras enfermedades.
• Es provocada por la bacteria Borrelia burgdorferi, que se transmite por la picadura de garrapatas.
• Los síntomas incluyen fiebre, escalofríos, cefalea, fatiga y dolores musculares y articulares.
• Con frecuencia aparece una erupción en el lugar de la picadura.
• Gradualmente se extiende en forma de círculo con una zona central clara, antes de propagarse a otras partes del cuerpo.
• Si no se trata, la infección se puede extender a las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso central.

 
En caso de sufrir una picadura de esta garrapata, la doctora Macías sugiere extraer la garrapata lo antes posible, pues cuanto más tiempo pasa el insecto dentro del huésped, mayor es la probabilidad de infección. Retírala con una pinza, no la aplastes. Limpia la zona de la picadura y enseguida lávate muy bien las manos. Si en los siguientes días aparecen los síntomas, busca atención médica.

Estas son algunas recomendaciones de Vacunas y Visas en Viajes para prevenir la picadura de la garrapata y evitar la transmisión de enfermedades:

• Cuando vayas al campo o zonas boscosas, evita meterte entre los arbustos o vegetación alta; es preferible caminar por el centro de los senderos.
• Evita ropa con colores brillantes y no utilices colores vivos como amarillo o rojo.
• Lleva pantalones largos, de preferencia manga larga y calcetines altos.
• Utiliza calzado cerrado.
• Aplica un repelente adecuado. En general, a mayor concentración, mayor tiempo de protección y mejor permanencia. Se suele utilizar un repelente a base de DEET (N,N-dietil-meta-toluamida) con una concentración de entre 40 y 60% cuando el riesgo es alto o el tiempo de permanencia es prolongado. 

Una forma de hacer más efectiva la acción de los repelentes para piel es complementarlos con el uso de un repelente para ropa. Entre éstos, la permetrina es la sustancia más conocida, que se aplica en la superficie externa de la ropa, el calzado, las bolsas de dormir y otros objetos para impedir que los insectos se acerquen, y brinda hasta 6 semanas o 6 lavadas, ya que se adhiere a las fibras de las telas.