Noches enteras sin poder dormir, dolor frecuente y la incertidumbre de no saber en qué momento debes pararte de la cama para ir al baño. Parece una pesadilla, pero desafortunadamente es algo que le pasa a muchas personas. Cuando tienes problemas de salud intestinal, todo el organismo se altera.
El doctor Gustavo Adolfo Ramos, gastroenterólogo del Hospital Juárez de México, indica que de manera paralela al diagnóstico médico es importante considerar la parte personal y humana del paciente, "las repercusiones que una enfermedad gástrica puede alcanzar, no sólo en el cuerpo, también en el aspecto social y emocional".
En el caso específico de las mujeres, es importante evaluar la actividad hormonal, pues no siempre las molestias son normales. "El tema de la vergüenza en el entorno social es una de las partes más importantes en el impacto de la calidad de vida", opina el doctor Ramos. Las mujeres a veces se limitan de ir al baño en cualquier lugar por pena, o suprimen el deseo de tener relaciones sexuales con su pareja.
El funcionamiento adecuado del colon es fundamental para una buena salud. También conocido como intestino grueso, se ubica al final del sistema digestivo, en el cual el cuerpo produce y almacena las heces. Cuando el colon se inflama se pueden generar síntomas como dolor y calambres abdominales, alteración en los hábitos intestinales (diarrea, estreñimiento o ambos), hinchazón en el estómago, flatulencias y necesidad prioritaria de ir al baño.
Hay diversos trastornos que afectan el colon, entre los más conocidos están cáncer colorrectal, pólipos (crecimientos de tejido), colitis ulcerativa (úlceras en colon y recto), diverticulitis (inflamación o infección de pequeños sacos) y SII (síndrome de intestino irritable).
El síndrome de intestino irritable es uno de los cinco padecimientos más frecuentes de atención a nivel mundial. Se sabe que en los países desarrollados una de cada cinco personas puede padecerlo, ya sea por el tipo de dieta o el estrés cotidiano. De igual forma, afecta a entre 8% y 10% de la población occidental, particularmente a mujeres jóvenes y de mediana edad.
La terapia de las enfermedades del colon varía ampliamente según la enfermedad y su severidad. Puede incluir dieta, medicamentos y, en algunos casos, cirugía. Sin embargo, en diversos estudios clínicos se han comprobado los beneficios de los probióticos para fortalecer la microbiota intestinal y favorecer el cuidado del sistema digestivo, y por consecuencia, mejorar los síntomas que limitan la funcionalidad y la calidad de vida del paciente. Los probióticos son microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, ofrecen numerosos beneficios para la salud.