Tu cerebro es, sin duda, una de las cosas más fascinantes que tiene tu cuerpo. Los neurocientíficos se han dedicado a investigar más y más acerca de todo lo que hace. Día con día se encuentran nuevas cosas y métodos para comprender cómo es que funciona y cómo le puedes ayudar a estar en el mejor estado posible.
Antes se pensaba que conforme crecías ya no creabas nuevas neuronas, pero con los años se ha descubierto que tu cerebro tiene la capacidad de adaptarse a nuevos conocimientos, crea nuevas redes neuronales siempre que aprendes algo y se mantiene en constante cambio. Por eso es sumamente importante que lo cuides, te alimentes bien, te ejercites y siempre busques adquirir nuevos conocimientos.
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Seguramente en algún momento de tu vida has tenido un lapsus en el que se te olvida algo: una palabra, un nombre, algo que tenías que hacer más tarde... Esto siempre pasará, lo que tienes que buscar es que no te suceda tantas veces y que te mantengas bien concentrado siempre que hagas algo.
Diferentes estudios dicen que las siguientes actividades pueden ayudarte a reducir el deterioro cognitivo:
Existen también algunas enfermedades que pueden agudizar el deterioro cognitivo, como la diabetes, tener presión alta, apnea, depresión e hipertiroidismo. Si padeces de alguna de éstas, mejor platica con tu médico acerca de cómo puedes proteger tu salud cerebral.
Cuando te impones retos a ti mismo, tu cerebro podrá funcionar de mejor manera. Si decides aprender algo nuevo, activarás los procesos que ayudan a que las células individuales se mantengan y estimulen la comunicación entre ellas. Si bien puedes tener un trabajo que te exija mucho mentalmente, también necesitas tener algún tipo de hobby para aprender alguna habilidad nueva que te imponga retos.
Cuando usas todos tus sentidos o la mayoría de ellos, involucras diferentes partes de tu cerebro, lo que hará que retengas mucha más información. En un estudio, a un grupo de adultos se les mostró una serie de imágenes emocionalmente neutrales, cada una presentada junto con un olor. No se les pidió que recordaran lo que vieron. Más tarde, se les enseñó un conjunto de imágenes, esta vez sin olores, y se les pidió que indicaran qué habían visto antes.
Tenían un excelente recuerdo de todas las fotos con olor, y especialmente de aquellas asociadas con olores agradables. Las imágenes cerebrales indicaron que la corteza piriforme, la principal región del cerebro que procesa los olores, se activó cuando las personas vieron objetos que originalmente estaban emparejados con olores, a pesar de que los olores ya no estaban presentes y los sujetos no habían tratado de recordarlos.
Dicen que la práctica hace al maestro. Cuando repites las cosas, tu cerebro lo va a grabar hasta que se convierta en algo cotidiano. Si acabas de leer algo, escuchar o estudiar, repítelo cuantas veces creas que sea necesario, de esta manera podrás reforzar las conexiones neuronales.
La repetición es más potente como herramienta de aprendizaje cuando está bien programada. Es mejor no repetir algo muchas veces en un período corto, como si estudiaras para un examen. Mejor, estudia lo esencial pero en diversos lapsos: una vez por hora, luego cada 2 horas, y así sucesivamente. Espaciar los períodos de estudio ayuda a mejorar la memoria y es particularmente valioso cuando se trata de dominar información complicada, como los detalles de una nueva asignación de trabajo.
Según un estudio reciente publicado en el International Journal of Geriatric Psychiatry, mientras más juegues con sudokus o crucigramas, tu cerebro funcionará mucho mejor.
Los investigadores observaron los datos de unos 19 mil 100 participantes en el estudio PROTECT para ver con qué frecuencia realizaban rompecabezas de palabras y números. Luego utilizaron una serie de pruebas para medir la atención, la memoria y el razonamiento.
Otras actividades que puedes hacer para beneficiar a tu cerebro:
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