Durante mucho tiempo se pensó que una vez llegada la adultez, el cerebro humano ya no creaba neuronas. Sin embargo, así como las neuronas pueden ser destruidas cuando llevas una vida con excesos o una mala alimentación, o bien, a causa de golpes, exceso de estrés, etcétera, el cerebro también es capaz de crear nuevas neuronas, y tú puedes ayudarle a agilizar ese proceso.
La neurogénesis es un concepto importante al hablar de regeneración neuronal, y tiene una relación estrecha con la capacidad que tiene tu cerebro de adaptarse a diferentes situaciones y entornos: la plasticidad cerebral. Este proceso se lleva a cabo en el hipocampo.
Es la región más importante en el cerebro en cuanto a memoria y aprendizaje se refiere, aquí nacen las nuevas neuronas. Está localizado en el sistema límbico, tiene un papel importante en la producción y regulación de los estados emocionales y también es importante para la orientación y la navegación espacial, es decir, la forma en que percibes el entorno y la manera en la que tu mente comprende el espacio tridimensional en el que te mueves, al tener en cuenta aspectos como el volumen de las cosas que te rodean.
Cuando tienes un mayor rango de neurogénesis, se producen los siguientes beneficios:
El cerebro está en constante cambio y es capaz de tener un mayor rendimiento cuando mejoras tu estilo de vida. Cuando eres consciente de esto empezarás a poner mucha más atención a los alimentos que ingieres y a tus actividades diarias.
El cerebro se compone de aproximadamente un 60% de grasa, lo que quiere decir que necesitas grasas saludables para poder tener un mayor rendimiento cognitivo. Alimentos como los pescados grasos que contienen Omega 3 (salmón salvaje, sardinas y arenque), así como el aceite de coco, el aceite de olivo, el cacao, el aguacate y los frutos secos, sólo por mencionar algunos.
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Muchas personas llegan a adoptar el ejercicio como algo meramente físico, pero es importante considerar que tiene también un gran impacto en el cerebro. El punto de todo es encontrar el tipo de ejercicio que te beneficie sin hacerte sentir peor o sobrecargado. Siempre debes de escuchar lo que dice tu cuerpo.
De acuerdo con algunos expertos, los ejercicios de alto impacto son los mejores para apoyar la neurogénsis; entre éstos se encuentran el entrenamiento por intervalos (HIIT) y la amplia variedad de ejercicios cardiovasculares.
Sin embargo, actividades como caminar y practicar yoga, que no son de alto impacto, también aportan beneficios realmente buenos para la mente y el funcionamiento cerebral. Así que elige la actividad que mejor vaya vcon tus gustos, intereses, necesidades y estado físico. Al final, lo importante es estar en movimiento.
En los últimos años la meditación ha tenido gran difusión en el mundo occidental, y no es de extrañar que sea algo necesario para la vida tan caótica que se lleva hoy en día. El neúrologo Richard Davidson explica que con tan sólo 30 minutos de meditación diaria se pueden generar cambios medibles en el cerebro. Cuando meditas, la materia gris en tu cerebro se incrementa.
Todo tu cuerpo es una máquina perfecta y muy pocas veces te das cuenta de que todo lo que haces tiene un impacto en tu mente o cuerpo. Por ello, es realmente importante prestarle atención a los alimentos que ingieres, a los contenidos con los que nutres tu mente: lo que lees, escuchas, miras, y por supuesto, también a tus acciones. En la medida de lo posible, debes tratar de que todo esto genere un equilibrio en tu vida.
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