Seguramente has escuchado que la higiene íntima requiere ciertos cuidados especiales, entre los que destaca la elección del jabón que utilizarás para asear esa zona que es más delicada y sensible que el resto del cuerpo.
Esto se debe a que ciertos productos, como los jabones y geles corporales de uso común, contienen ingredientes que pueden irritar la piel del área genital e incluso alterar su pH.
En tu zona íntima se encuentra un conjunto de microorganismos, compuesto principalmente por la bacteria bacilo de Döderlein, la cual produce el ácido láctico que regula el pH y lo mantiene con la acidez necesaria para impedir el crecimiento de otras bacterias dañinas que pueden provocar la aparición de infecciones con las molestias que esto implica, como ardor, comezón y mal olor.
Por ello es importante evitar el uso de desodorantes y jabones perfumados y optar por aquellos que son neutros o por shampoos especialmente diseñados para la higiene íntima femenina, como Lactacyd, que mantiene el balance natural de tu zona íntima, haciéndote sentir más fresca cómoda y protegida.
Además, es importante mencionar que el uso de estos productos debe ser únicamente externo, ya que, en su interior, la vagina realiza un proceso de “auto limpieza”, en el que las bacterias dañinas son desechadas a través del flujo que ésta produce de manera natural.