El cerumen o cera del oído es parte natural de las defensas del cuerpo y además es útil porque limpia, lubrica y protege el conducto auditivo al atrapar la suciedad y retrasar el crecimiento de bacterias. La cera tiene un papel muy importante en el cuidado de la salud auditiva, pero cuando se acumula en las orejas o se torna demasiado dura como para poder eliminarla naturalmente, se forma un tapón de cerumen.
El dolor de oído, la sensación de inflamación, los zumbidos o ruidos (tinnitus), la disminución de la audición, los mareos y la tos, pueden ser signos y síntomas de un tapón por cerumen. Cuando uno o más de éstos se presentan lo mejor es ir a una revisión médica, porque pueden indicar la presencia de otra enfermedad.
Quizá pienses que puedes eliminar el cerumen por tu cuenta, pero no hay manera de saber si tienes exceso de cerumen sin que un médico te revise los oídos. Presentar signos o síntomas, como dolor de oídos o menos audición, no necesariamente significa que tengas acumulación de cera, porque es posible que padezcas otra enfermedad relacionada con los oídos que necesita atención.
La extracción del cerumen es más segura cuando la hace un médico. El conducto auditivo y el tímpano son delicados, por lo que el exceso de cera puede dañarlos fácilmente. No intentes introducir nada en el canal auditivo para eliminar el cerumen por tu cuenta, sobre todo si ya tuviste una cirugía del oído, si tienes un orificio (perforación) en el tímpano, si sientes dolor o si sale algún exudado del oído.
Causas comunes del tapón de cerumen
La piel que recubre la parte externa del canal auditivo tiene unas glándulas que secretan el cerumen de los oídos. El cerumen y los vellos diminutos dentro de estos conductos atrapan el polvo y otras partículas extrañas que pueden dañar las estructuras más profundas, como el tímpano. El cerumen puede acumularse y obstruir el canal auditivo cuando se lo secreta en cantidad excesiva o no se lo elimina bien.
El tapón de cerumen suele producirse cuando las personas tratan de limpiarse con hisopos de algodón u otros productos, porque no logran extraerlo, sino que lo empujan dentro del oído. Este exceso lo puede extraer el médico con un pequeño instrumento curvo, llamado legra, o con succión mientras inspecciona el oído. El médico también puede sacar el cerumen con un irrigador o con una pera de goma y agua tibia.
Si la acumulación de cerumen es un problema recurrente, el médico puede recomendarte un medicamento para extraer el cerumen. Algunas personas utilizan velas óticas, técnica en la cual se introduce una vela encendida. La teoría es que el calor de la llama creará un tapón de vacío y la cera se adherirá a la vela. Sin embargo, no se recomiendan las velas óticas para tratar el tapón de cerumen. Los estudios demuestran que las velas óticas no funcionan y pueden ocasionar lesiones, como quemaduras, obstrucciones del conducto auditivo e, incluso, perforaciones.
La Clínica Mayo recomienda estas medidas de cuidado personal que pueden ayudarte a eliminar el exceso de cerumen que obstruye el canal auditivo:
Ablanda el cerumen. Utiliza un cuentagotas para aplicar unas gotas de aceite para bebé, aceite mineral, glicerina o peróxido de hidrógeno en el canal auditivo.
Usa agua tibia. Después de 1 o 2 días, cuando el cerumen se haya ablandado, usa una pera de goma para rociar suavemente agua tibia en el canal auditivo. Inclina la cabeza y tira la parte externa de la oreja hacia arriba y hacia atrás para dejar recto el canal auditivo. Cuando termines de irrigar, inclina la cabeza hacia el costado para dejar que el agua se escurra.
Seca el canal auditivo. Cuando termines, seca la oreja suavemente con una toalla o un secador de mano.
Es posible que debas repetir varias veces este procedimiento para suavizar el cerumen e irrigarlo, antes de que salga el exceso de cerumen. No obstante, puede ser que las sustancias para suavizarlo sólo aflojen la capa externa y hagan que el cerumen se aloje más adentro en el canal auditivo o contra el tímpano. Consulta con el médico si los síntomas no mejoran después de algunas sesiones de tratamiento.
Nunca intentes sacar el exceso de cerumen o el cerumen seco con objetos de uso común, como sujetapapeles, hisopos u horquillas para el cabello, porque podrías empujar el cerumen más adentro en el oído y causar daños graves en las paredes del canal auditivo o en el tímpano.