Las pastillas anticonceptivas sin duda pueden ayudarte en muchas cosas, desde lo obvio: evitar un embarazo no deseado, hasta aliviar el síndrome premenstrual, el acné, la endometriosis o el sangrado abundante durante el periodo.
Sin embargo, debes de tener en cuenta que las hormonas son las que regulan todo en tu cuerpo, por lo que puede ser que también tengan un impacto negativo. Por ello, siempre debes buscar la opinión de un experto antes de empezar a usar un método anticonceptivo, para que te oriente acerca de cuál es el mejor para ti, pues no a todas las mujeres les sientan bien los métodos hormonales.
Existen diferentes tipos de píldoras anticonceptivas. Todas ellos contienen formas sintéticas de las hormonas estrógeno, progesterona o ambas. La progesterona sintética se llama progestina. Las píldoras combinadas contienen progestina y estrógeno. La "mini píldora" sólo contiene progestina.
Es lógico que cuando dejas de tomar algo que contiene hormonas sintéticas, tu cuerpo pase por un desbalance, así que es mejor que tomes tus precauciones para aminorar los síntomas molestos.
Recuerda también que todas las personas son diferentes, por lo que antes que nada tienes que platicar con tu médico acerca de todo lo que sientes y de cómo dejar los anticonceptivos de la forma más segura.
Los principales síntomas son:
Toma complejo B. las vitaminas B2, B6, B9 y B12 se agotan con los anticonceptivos orales en particular, y son fundamentales para nuestra salud general y reproductiva. Busca suplementarte con algún complejo B para que tus niveles de esta vitamina regresen a su estado óptimo.
Asegúrate de mantener tus niveles de zinc, magnesio y selenio en tu cuerpo. Ya que también son minerales que se reducen cuando tomas la pastilla anticonceptiva.
Este tipo de pastillas también tienen un impacto en tu flora intestinal, y como bien se sabe, todo lo que pasa ahí tiene un efecto en tu estado de ánimo. Tu intestino es tu segundo cerebro. Por ello, necesitas consumir alimentos ricos en probióticos y asegurarte de comer proteínas y grasas saludables.
Dejar de tomar cualquier medicamento que ya hayas consumido por un tiempo puede ser algo que de miedo, pero la cuestión aquí es que aprendas a conocer tu cuerpo. Utiliza tu intuición y la sabiduría de tu cuerpo para siempre cuidarlo de la mejor manera.
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