Sí, el estrés y todo lo acumulado en el día pueden causarte muchos problemas para dormir bien. Inclusive lo que comes y hasta el tipo de actividades físicas que hayas realizado durante el día. Pero si ya intentaste de todo y sigues sin poder conciliar el sueño, tal vez le debas poner atención al tipo de iluminación que tienes en tu casa o cuarto.
Las luces artificiales que pueden interrumpir tu ritmo circadiano (que regula, entre otras cosas, los ciclos de vigilia y sueño) son: el celular, los relojes, televisiones, tabletas, sistemas de sonido, etcétera. Todo lo que emita algún tipo de luz, por más mínima que sea, puede dañar la calidad de sueño.
Tu ritmo circadiano se ve afectado en gran medida por la luz del ambiente. Cuando llega la noche, tu cerebro comienza a producir melatonina, una hormona que te induce al sueño. Debido a toda la tecnología presente en el mundo actual, sobre todo en las ciudades, la mayoría de las personas suelen estar muy expuestas a la luz artificial durante muchas horas, incluso ya entrada la noche.
Tal vez seas una persona a la que le guste estudiar por las noches o leer cosas en la computadora o el celular antes de dormir. Sin embargo, esta puede no ser la mejor opción si lo que quieres es retener o aprender algo nuevo. La luz azul que emiten las pantallas de los dispositivos electrónicos afectan a tu cerebro. Cuando la calidad de tu sueño sufre, tu cerebro lo resiente y su capacidad para retener o aprender disminuye.
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Si bien las luces LED o fluorescentes son muy utilizadas porque ahorran energía, puede que no sean la mejor opción para tu salud, ya que este tipo de iluminación interrumpe los patrones normales de sueño.
Cuando estás todo el tiempo expuesto a este tipo de luces, tu cerebro ya no produce la misma cantidad de melatonina necesaria para que puedas tener un sueño reparador.
Las bombillas fluorescentes y de LEDs crean un doble problema cuando se trata de dormir. Primero, producen luz artificial. Segundo, producen luz azul.
Las longitudes de onda de luz azul producidas por los dispositivos electrónicos y las luces de techo aumentan la atención, los tiempos de reacción y el estado de ánimo, según la Facultad de Medicina de Harvard. Esto puede ser ideal para el día, cuando el cuerpo necesita estar alerta, pero por la noche puede convertirse en un problema.
En el mundo actual es poco probable que encuentres algún tipo de iluminación artificial que le favorezca a tu cuerpo. Sin embargo, puedes optar por evitar todo tipo de luz de 30 a 60 minutos antes de ir a dormir. De esta manera tu cuerpo comenzará a producir melatonina poco a poco para inducirte al sueño.
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