Los quistes ováricos son pequeñas bolsas llenas de líquido que se forman en o sobre los ovarios. Pueden no ser un problema hasta que crecen demasiado o se rompen. Cada ovulación presenta cierto riesgo del inicio de un nuevo quiste, lo cual es bastante común; de hecho se pueden tener quistes y no saberlo. Así que es un problema latente.

Pero ¿cómo detectarlos? Los quistes regularmente no causan síntomas, pero cuando los causan suelen ser los siguientes:

• Distensión o hinchazón abdominal.
• Dolor durante la defecación.
• Dolor pélvico poco después del comienzo o fin de la menstruación.
• Dolor durante el coito.
• Dolor pélvico constante.

El quiste seguramente causará dolor cuando:

• Crece, sangra y/o se rompe.
• Interfiere con el riego sanguíneo del ovario.
• Es golpeado durante el coito.
• Se tuerce o causa torción en las trompas de falopio.

Para comprender las causas de un quiste hay que reflexionar sobre lo siguiente: Cada mes, durante el ciclo menstrual, crece un folículo (donde el óvulo se está desarrollando) en el ovario. La mayoría de los meses, se libera un óvulo de este folículo, lo cual se denomina ovulación. Si el folículo no logra abrirse y liberar un óvulo, el líquido permanece dentro del folículo y forma el quiste.

Es importante recalcar que los quistes son tratables, pero requieren de la intervención de un médico especializado. Por lo cual evita autorrecetarte y acude al doctor. También es importante que recuerdes hacerle visitas para chequeos periódicos, pues en ocasiones estos son asintomáticos, de tal manera que ir periódicamente a visitar al médico puede mostrarte cosas de tu cuerpo que de otra forma no habrías podido saber.

¿Acudes a revisiones periódicas? ¿Crees que podrías tener quistes ováricos?

Con información de Medline Plus