Los cigarrillos electrónicos son dispositivos de baterías que convierten la nicotina en vapor en lugar de humo. Debido a que suministran nicotina sin quemar el tabaco, estos cigarrillos pretenden ser menos tóxicos que los cigarrillos convencionales.
Cuando aparecieron en el mercado, se les ofrecieron a los fumadores como una alternativa más saludable y también como una herramienta para ayudar a dejar el hábito de fumar gradualmente. Sin embargo, estas aseveraciones han sido motivo de crítica y especulación desde el inicio. ¿En verdad es cierto lo que se dice de ellos? Los estudios sostienen que los cigarrillos electrónicos generan sus propios riesgos para la salud, incluida la exposición a otro tipo de agentes cancerígenos.
Las preguntas que aún no se han respondido versan sobre la cantidad de nicotina u otras sustancias químicas que se inhalan durante el uso, el contenido de esas emisiones, si realmente ayudan a los fumadores a dejar el hábito o si, por el contrario, estos "gadgets" hacen que los jóvenes empiecen a fumar o prueben otros productos derivados del tabaco.
Un estudio que analizó los efectos a corto plazo de los cigarrillos electrónicos en una variedad de personas encontró que los participantes experimentaron una deficiencia en la capacidad respiratoria después de fumar, lo que sugiere que los cigarrillos electrónicos pueden causar daño inmediato. En resumen, la sustitución del humo por el vapor no representa un cambio relevante, pues a final de cuentas, la nicotina y otras sustancias químicas (los saborizantes o los inhibidores de olor) están presentes en altas cantidades y representan riesgos severos, como cualquier otro producto de tabaco.
Después está la pregunta de si estos cigarrillos ayudan a los fumadores a dejar de fumar. En otra investigación se encontró que los participantes que usaban cigarrillos electrónicos tenían un 60% más de probabilidades de dejar el tabaco que los que usaban parches de nicotina u otras alternativas similares. En el análisis se determinó que, en efecto, los dispositivos electrónicos eran "moderadamente efectivos" para que las personas dejaran de fumar. Hay que hacer hincapié en la palabra "moderadamente", pues significa que no son un producto milagroso ni una terapia.
En conclusión, pese a que cada persona y cuerpo es distinto y reacciona diferente, es posible que un cigarro electrónico ayude a que dejes de fumar tabaco gradualmente, aunque por supuesto, el éxito de la misión no depende enteramente del dispositivo sino de tu fuerza de voluntad y determinación. Engancharse con los cigarros electrónicos es lo mismo que seguir fumando de manera convencional.
Con información de Greatist