Si eres de los que disfrutan beber una copa de vino para acompañar la comida o para relajarte después de un día estresante, debes saber que esa bebida que tanto te gusta no sólo es deliciosa, sino que además aporta grandes beneficios para tu salud. ¡Conócelos!

 

Rico en antioxidantes

Los antioxidantes son compuestos que previenen el daño celular causado por la inflamación y el estrés oxidativo, el cual consiste en una condición causada por un desequilibrio entre las moléculas inestables llamadas radicales libres, que pueden dañar las células.

 

Las uvas tienen altos niveles de polifenoles, un tipo de antioxidantes que ayudan a reducir el estrés oxidativo y la inflamación. La presencia de estos antioxidantes en el organismo se asocia con una disminución del riesgo de contraer diversas enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo, como Alzheimer y Parkinson.

 

Debido a que las uvas rojas y negras son más ricas en antioxidantes que las variedades de uva blanca, beber vino tinto puede aumentar los niveles de antioxidantes en la sangre en mayor medida que el vino blanco, por lo que el tinto es el más recomendable cuando de cuidar la salud se trata.

 

Propiedades antinflamatorias

La inflamación crónica es dañina y puede aumentar el riesgo de afecciones como enfermedades cardiacas, trastornos autoinmunes y ciertos tipos de cáncer. Por lo tanto, es mejor prevenirla y el vino te ayuda con esta tarea, ya que sus compuestos tienen propiedades antinflamatorias.

 

Pero además de beber una copa de vino, para prevenir y combatir la inflamación crónica es necesario que lleves una dieta balanceada, evites el estrés y hagas del ejercicio un hábito en tu rutina diaria. 

 

Y también es recomendable que incluyas en tu dieta alimentos que ayudan a reducir la inflamación, como piña, pimiento, cacao, cebolla, rábano, aceite de oliva, jengibre, cúrcuma y semillas de lino, entre otros.

 

Puede beneficiar la salud del corazón

Los estudios muestran que las personas que consumen cantidades moderadas de vino tienen tasas reducidas de enfermedad cardiaca, y los investigadores creen que la alta concentración de antioxidantes en el vino tinto puede ayudar a reducir el riesgo de hipertensión, colesterol alto y enfermedades metabólicas.

 

Sin embargo, si tienes algún padecimiento cardiaco o cualquier problema de salud, es necesario que consultes con tu médico si es recomendable para ti beber vino, ya que éste puede interactuar con algunos medicamentos, como aquellos que disminuyen la presión arterial.

 

Además, el consumo excesivo de alcohol puede tener efectos negativos en la salud del corazón, incluido un aumento de la presión arterial y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Por ello es importante que lo bebas con moderación, para que de verdad beneficie tu salud y no termine por perjudicarla.

 

Otros beneficios

De acuerdo con diversos estudios e investigaciones, beber vino con moderación también puede aportar otros beneficios, como los siguientes:

 

Salud mental. El vino tiene un efecto relajante y puede mejorar tu humor. Por eso, un vaso de vino ocasional puede reducir el riesgo de depresión. Sin embargo, beber en exceso puede aumentar el riesgo de padecer esta afección, así que no olvides medirte.

 

Longevidad. Los estudios han encontrado que beber cantidades moderadas de vino como parte de una dieta saludable puede aumentar la longevidad, gracias a su alto contenido de antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades y mantener una buena salud en general.

 

Salud intestinal. Estudios recientes han sugerido que el vino tinto puede promover el crecimiento de bacterias intestinales benéficas, lo cual se traduce en una mejor salud digestiva y puede mejorar los marcadores del síndrome metabólico en personas con obesidad.

 

¿Cuánto vino beber para que sea saludable?

De acuerdo con los expertos, la ingesta diaria óptima de vino para que su consumo sea considerado saludable es de 1 vaso (150 ml) para mujeres y hasta 2 vasos (300 ml) para hombres. Beber una cantidad mayor puede tener el efecto contrario y afectar la salud.

 

Por otro lado, es muy importante que tomes en cuenta que tu bienestar no depende sólo de un factor y que beber vino no te hará inmune a todo. Además de esto, es necesario que mantengas un estilo de vida equilibrado y que pongas atención a que la calidad general de tu dieta sea buena.

 

Finalmente, algunas personas deben abstenerse de tomar bebidas alcohólicas, incluidos los menores, las embarazadas y quienes padecen enfermedades o condiciones que implican el consumo de medicamentos o el suministro de tratamientos que tienen reacciones adversas con el alcohol. Por ello, antes de decidir empezar a incorporar el vino en tu alimentación diaria, no olvides consultarlo con tu médico.

 

Ahora que ya conoces los beneficios del vino, descubre cuál es el más adecuado para acompañar distintos tipos de alimentos aquí.

 

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