Cada parte del oído cumple una función importante en la transmisión de la información del sonido al cerebro. La pérdida auditiva se produce como consecuencia del deterioro de una o varias partes del oído externo, medio o interno. Pero, ¿qué pasa si no se cuida el oído?
En un estudio de la Universidad de Leicester, en Inglaterra, los investigadores encontraron que el uso de audífonos en aparatos portátiles a volumen alto puede dañar el oído de la misma manera que un lo hace el motor de un avión. Esto se debe a que los ruidos fuertes dañan la capa que cubre las células nerviosas que transmiten las señales de sonido al cerebro, por lo que una exposición constante puede producir sordera permanente e irreversible.
"Es muy importante realizarse una revisión si siente alguna molestia o si detecta que no escucha bien, así se podrá captar algún problema precozmente y darle una solución lo antes posible", aconseja el doctor Fernando Díaz, médico audiólogo y gerente comercial de MED-EL México. La pérdida auditiva siempre debe ser diagnosticada por un profesional, como un audiólogo o un otorrinolaringólogo. El profesional realizará distintas pruebas auditivas para determinar el tipo y el grado de severidad del daño.
Díaz señala que es indispensable contactar al médico audiólogo, así como realizarse una revisión anual a partir de los 40 años. Para el cuidado de los oídos, él aconseja evitar ambientes ruidosos, disminuir el uso de audífonos y evistar el uso de cotonetes y la introducción de cualquier objeto, ya que esto puede ser perjudicial para la salud auditiva.
Cuida y protege tu oído
- Protégete de sonidos fuertes. Intenta alejarte de los sonidos estridentes de tu entorno.
- Usa auriculares a un volumen adecuado. Siempre por debajo del 60% de su volumen. Comprueba que puedes escuchar sonidos a tu alrededor. Procura no abusar de esta práctica durante mucho tiempo, porque no es recomendable para tus oídos. La Organización Mundial de Salud (OMS) aconseja limitar su uso a 1 hora.
- Baja el volumen de la televisión, de la radio y de equipos de sonido o reproductores de música. Tus oídos lo agradecerán.
- Utiliza tapones aislantes del sonido si trabajas con ruidos fuertes. Estos productos de protección auditiva ayudarán a que tu audición no se dañe por sonidos demasiado intensos.
- Mantén tus oídos limpios. Lávalos y secálos durante tu aseo personal, pero recuerda que algo de cerilla es necesaria para mantener el equilibrio del oído y protegerlo de posibles infecciones.
- Sécate bien los oídos después del baño o de nadar. Es una práctica imprescindible para evitar la humedad en el conducto auditivo y posibles infecciones por hongos.
- Evita introducir objetos en tu canal auditivo. No es recomendable usar hisopos, porque pueden causar daños irreversibles relacionados con la pérdida auditiva.
- Cuida especialmente tus oídos cuando tengas gripa, infecciones o alergias. Tu médico o especialista puede aconsejarte el tratamiento más adecuado en cada caso.
- No apliques gotas o remedios caseros en tu oído sin previa consulta a un especialista. Si notas un oído tapado o pérdida de tu capacidad auditiva, acude directamente al médico para que trate el problema.
- Limita tu tiempo en ambientes y espacios ruidosos. Alterna tus actividades más ruidosas con períodos de calma. Con este pequeño ejercicio, verás una mejoría en tu audición.
Fuentes
El Mundo
MED_EL
El País