Cuando tienes algún malestar, seguramente te han recomendado tomar un té para que te sientas mucho mejor. Y no es coincidencia que desde hace miles de años se han utilizado todo tipo de hierbas para aliviar malestares sin necesidad de medicamentos.
El tipo de té que tomas sí hace la diferencia. Todos los tés herbales provienen de la misma planta, Camellia sinensis. El tipo y tiempo de proceso que tenga la planta es lo que determina si será té verde, negro u oolong.
Contiene antioxidantes
Es importante que consumas una alta cantidad de antioxidantes para que tu cuerpo pueda desintoxicarse y mantenerse joven. El té blanco, por ejemplo, puede ser uno de tus grandes aliados si lo que quieres es un alto contenido de antioxidantes, ya que pasa por procesos mínimos.
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Tiene menos cafeína
Los tés herbales no contienen cafeína y los tradicionales incluyen menos del 50% de la cafeína que se encuentra en el café. Eso quiere decir que puedes tomar té sin sentir los efectos de ansiedad que te puede provocar el café.
Puede ayudarte a perder peso
El té tiene un tipo de flavonoide llamado citoquina, el cual te ayuda a acelerar tu metabolismo y descomponer las grasas mucho más rápido. La cafeína que contienen algunos tés también te pueden servir para generar más energía y por ende, quemar más calorías.
Ayuda a mejorar tu sistema inmune
Diferentes estudios han demostrado que el té puede afinar las células inmunitarias y permitir que alcancen sus objetivos más rápidamente. La albahaca sagrada o té tulsí ha sido usada por los médicos ayurvédicos durante siglos para ayudar a mantener el sistema inmunológico fuerte después de lesiones o enfermedades, gracias a sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y antinflamatorias.
Inflamación en el estómago
Si lo que quieres es mejorar tu sistema digestivo y olvidarte de ese bajón que te da después de comer, entonces debes optar por el té de hinojo. Este té te ayudará a eliminar los espasmos gastrointestinales, lo cual hará que los gases pasen mucho mejor por tu sistema para salir y sentirte menos inflamado.
Asimismo, puedes optar por el té de menta, pues ayuda a relajar los músculos gastrointestinales y facilita la digestión. Sin embargo, una cosa importante a tener en cuenta es que no debes tomar té de menta si tu dolor proviene del reflujo.
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¿No se te quita la tos?
Si ya llevas un rato enfermo con tos y dolores de garganta, puedes optar por tomar un té de raíz de malvavisco. A través de las generaciones, esta planta ha sido utilizada para aliviar los dolores de garganta y gripe.
Calma tus nervios
El té de manzanilla es la respuesta si necesitas bajarle a la ansiedad durante tu día. De acuerdo con la Universidad de Pensilvania, contiene compuestos que actúan de forma similar al Valium, y las personas con desórdenes de ansiedad que tomaron té de manzanilla por un tiempo reportaron mejorías después de 8 semanas de consumo.
¿Insomnio?
No te preocupes, la lavanda te puede ayudar. Seguramente has escuchado mucho acerca del aceite esencial de lavanda y todos los beneficios que tiene. Así que incluir una infusión de esta flor en tu rutina antes de ir a la cama no solamente te ayudará a conciliar el sueño, sino que también reducirá tu presión arterial.
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