Aunque pocas veces se repara en ello, la experiencia de nacimiento de un ser humano tiene una profunda influencia durante toda la vida. De acuerdo con el padre de la psicología transpersonal, Stanislav Grof, es probable que la experiencia de nacimiento afecte tus patrones emocionales más de lo que crees.
Según la psicología transpersonal, la curación es un viaje que emprendes como individuo, pero los patrones que curas con ella a menudo son intergeneracionales, pues se remontan a tu experiencia antes de nacer o a tus ancestros.
A nivel biológico, es sorprendente considerar que el óvulo en el que te convertiste fue llevado literalmente por tu abuela. Así es: tu madre desarrolló sus óvulos mientras era un feto dentro del vientre de tu abuela.
Por lo tanto, los mecanismos de defensa, los patrones de estrés, los patrones del sistema familiar e incluso los entornos sociales y económicos dejan huella a través de las generaciones. La sanación desde esta perspectiva brinda resolución no sólo para el individuo, sino que también se sana a nivel colectivo.
De acuerdo con la investigación moderna, la huella más potente se produce mientras el feto se encuentra en el útero y durante los primeros años después de nacer. Las matrices perinatales básicas (BPM), definidas por Grof, son las diferentes etapas del proceso de nacimiento y se dividen en cuatro fases que tienen influencia en la vida emocional y la forma de interpretar la realidad.
Por ejemplo, si se experimenta una presión intensa durante el parto que fue abrumadora, esta forma de percibir el entorno puede volverse recurrente en relaciones y entornos laborales que se perciben como presión y agobio constantemente.
El cerebro emocional se desarrolla mucho antes que el cerebro racional y el lenguaje, por lo que muchos de estos patrones tienen raíces que se remontan a estar en el útero y a la experiencia de nacimiento. Cuando Grof identificó estas cuatro etapas primarias, también comenzó a notar correlaciones arquetípicas para cada una de las etapas y los patrones emocionales.
Primera fase: El universo amniótico
Es la fase del feto en la que flota dentro del útero en un estado atemporal. De acuerdo con la salud emocional y física de la madre, el entorno y la dieta, esto puede ser una experiencia placentera o desagradable.
Las experiencias positivas de esta etapa se asocian con un sentido de unidad atemporal, misterio y trascendencia. Las experiencias negativas de esta etapa se asocian con un sentido de separación y desconexión de la vida.
Segunda fase: La opresión cósmica
Es la fase en la que el útero comienza a cerrarse, comprimiendo y empujando al feto hacia el canal de parto. Es la primera vez que el feto nota el paso del tiempo junto con el espacio y la compresión, es el comienzo de la dualidad. Los cambios hormonales incluyen una reducción de oxígeno y la presión de las contracciones contra el cuello uterino cerrado.
Las experiencias positivas de esta etapa se asocian con el entusiasmo por una nueva perspectiva o la integración de nueva información o sabiduría. Las experiencias negativas de esta etapa se relacionan con una sensación de crisis inminente, miedo o resistencia a nuevas experiencias en la vida.
Tercera fase: La lucha de la muerte-renacimiento
Es la etapa en la que el feto entra en el canal de parto. Este aumento de la tensión o la compresión se asocia con la lucha y el alcance de la luz al final del túnel. Una experiencia positiva de esta etapa permite fluir de tal manera con la vida que se aceptan los hechos o las circunstancias a medida que surgen casi automáticamente.
Por otro lado, una experiencia negativa de esta etapa es sentirse exprimido o incluso aplastado por las circunstancias de la vida, o sentirse abrumado por competir según las demandas de la vida.
Cuarta fase: La experiencia muerte-renacimiento
Es el momento de emerger hacia el mundo. El bebé está en el canal de parto, el proceso de nacimiento se completa y comienza la vida. Esta etapa está vinculada con la liberación, la alegría, la facilidad y, lo que es más importante, la libertad.
Cada una de estas fases representa, literalmente, la propia historia de creación personal, por lo que no es de extrañar lo mucho que pueden influir en cada persona durante toda la vida. Sin embargo, esto no es una sentencia, pues cuando estas experiencias se hacen conscientes, es posible sanarlas.
Con información de Collective Evolution