El embarazo adolescente es un problema que en años recientes ha aumentado en México, que se coloca como el primer lugar mundial en este ámbito.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 16 millones de jóvenes de entre 15 y 19 años y aproximadamente 1 millón de niñas menores de 15 dan a luz cada año en todo el mundo, mientras que 3 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años se practican abortos clandestinos que ponen en riesgo su salud.

En México, más de la mitad de los embarazos en adolescentes no son planeados ni deseados y se reportan 77 nacimientos por cada mil jóvenes entre 15 y 19 años de edad. Por otro lado, en el grupo de edad de 10 a 14 años también van en aumento los embarazos, pues constituyen casi el 27% de todos los nacimientos.

Así, en el país, en los últimos 15 años, la fecundidad y la proporción de nacimientos entre adolescentes se han mantenido en niveles altos y prácticamente sin cambios.

De acuerdo con Claudia Díaz Olavarrieta, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM, esto se debe en parte a que las chicas de estas edades no utilizan métodos anticonceptivos. 

La experta, quien labora en el Programa de Prevención del Embarazo Adolescente, afirma que en 2009, la necesidad insatisfecha de anticonceptivos entre mujeres adolescentes fue del 24.8%.

Aunque los servicios de salud pública ofrecen algunos métodos anticonceptivos y brindan información para usarlos adecuadamente, los jóvenes no suelen acudir a ellos cuando empiezan a tener una vida sexualmente activa. 

Además, según explica Díaz, se ha detectado que las jóvenes que sí acuden al sector salud a solicitar dichos métodos reciben una orientación deficiente respecto a la que reciben las mujeres mayores de edad, ya que a las chicas no se les dedica el tiempo suficiente ni se les da la información necesaria.

Debido a ello, la investigadora afirma que es urgente diseñar políticas que permitan a las jóvenes obtener mayor concientización e información sobre el uso correcto de los métodos anticonceptivos.

Adicionalmente, es muy importante que los padres de familia orienten y eduquen a sus hijos en estos temas, para que ejerzan su sexualidad de manera responsable al conocer los diferentes métodos anticonceptivos que existen, y así puedan evitar embarazos no deseados a edades tempranas.

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Con información de UNAM Global