Muchas mujeres experimentan un mayor sentido de espiritualidad y conciencia durante el embarazo. Es una etapa donde los sentidos y los instintos se fortalecen, así como la conexión con tu cuerpo, pues una nueva vida crece dentro de ti.

El uso de cristales en estos mágicos meses te provee de protección y calma, tanto a ti como al bebé que esperas. Esto hace mucho más sencillo sobrellevar todos los cambios que suceden en tu cuerpo y en tu mente.

Aquí algunos de los que podrías beneficiarte:

Amatista

Si buscas positividad y protección, esta piedra es tu aliada. Te limpia y evita que las malas energías se te acerquen. También ayuda a regular tus cambios de humor y te relaja. Puedes ponerla en el lugar donde pases la mayor parte del tiempo durante tu embarazo y en el sitio donde des a luz.

Serafinita

Su energía curativa evoca una caminata en un hermoso bosque lleno de paz. Sus poderosas vibraciones contagian a los que estén a tu alrededor. Esto puede incluir a tu pareja, tu matrona, tu doctor y, por supuesto, tu pequeño.

Ónix negro

Para despertar tu fuerza interior y tu capacidad de tener los pies en la tierra. Irradia vitalidad y te ayuda a permanecer tranquila en situaciones muy emocionales, comunes en el embarazo por las fluctuaciones hormonales. Asimismo, ayuda a eliminar la ansiedad y fomenta la concentración y disciplina.

Cornalina

Es perfecta para mantener lejos el miedo. Ayuda a las futuras mamás al reforzar la confianza en ellas mismas y hacerlas sentir empoderadas. Viene muy bien en momentos de estrés físico y emocional.

Piedra de luna

Es la energía femenina divina que trabaja con la Luna. Tiene influencia en los ciclos y en las energías cambiantes de la fertilidad a la concepción, el embarazo y el nacimiento. Además, este cristal puede ayudar a controlar la retención de líquidos que suele ocurrir en el tercer trimestre.

Cuarzo rosa

Tiene una gran conexión con el chakra del corazón, por lo que promueve el equilibrio emocional y amor incondicional. Su aura amorosa también mantiene feliz a tu bebé. Se recomienda usar en el cuerpo, especialmente durante el parto.

Con información de Well and Good