Eres el mejor padre y te involucras al 100 en todo lo que tener un bebé conlleva; está claro. Pero es un hecho que tienes limitaciones, al menos en cuanto a la lactancia. No importa cuánto quieras cooperar en el asunto, tu mujer es la encargada de alimentar al pequeño, como dicta la naturaleza. Sin embargo, tu rol es esencial: apoyar en todo momento a tu pareja. Ambos se encuentran en un momento único en la vida. Es una etapa de muchos cambios y se necesita mucha paciencia y amor. La frustración, el agotamiento y la falta de sueño no ayudan, pero tú puedes hacerlo:
- Asegúrate de que la zona donde se lleva a cabo la lactancia sea acogedora, esté limpia y sea lo más cómoda posible. ¿Hay suficientes cojines?, ¿la luz es suave?, ¿a tu esposa le gusta la música relajante mientras da el pecho? Hay muchos detalles con los que puedes lucirte.
- Tráele agua mientras alimenta al bebé. Se sentirá sedienta.
- Puede que también le dé hambre, así que te puedes encargar de proveer ricas y sanas colaciones. Una mujer lactante necesita consumir 500 calorías extra al día para mantenerse con suficiente energía.
- Si el bebé necesita un cambio de pañal después de comer, es tu turno.
- Evita que tu pareja se estrese. Para ello, puedes gestionar las tareas del hogar, ir al supermercado y evitarle cualquier pendiente que pueda ser motivo de tensión.
- Considérate su mayordomo de lactancia. Si necesita que apagues una lámpara, reacomodes su almohada, un masaje o simplemente que la dejes sola, dale gusto en todo.
- ¿Tienen más de un hijo? Mantén ocupados a los otros miembros de la familia. Ella necesita concentrarse en su labor.
- Prepara las botellas. Si ella se saca leche para que el bebé tenga qué comer en la guardería, ten todo listo. También, mete al congelador las bolsas de leche que servirán para después. Recuerda escribir en el exterior la fecha y la cantidad en mililitros.
- Haz una playlist de lactancia. Incluye canciones que sepas que la ayudan a relajarse y sentirse feliz.
- Ríete con ella cuando suceda algo inesperado, porque va a ocurrir. Si el bebé se separa y la leche sale disparada, por ejemplo.
- Si ella desea compañía durante estos ratos tan especiales, quédate a su lado y lee algún cuento en voz alta, y así aprovechas para que el bebé se acostumbre más a tu voz.
- Que siempre haya cerca toallitas para sacarle el aire al bebé.
- Reconfórtala siempre que lo necesite. La lactancia puede tener momentos difíciles, que la hagan dudar de su capacidad para alimentar al bebé. Escúchala y dale palabras de ánimo.
- Aprende acerca del proceso. Lee libros de lactancia. Estudia el manual del sacaleche. Ten el conocimiento a la mano para cuando se necesite.
- ¿Necesita complementar con leche de fórmula? Esta no es una decisión fácil. Apóyala y hazle saber que es una experiencia muy común.
- Sé el vigilante de la sala de lactancia. Si tienen visitas y tu mujer necesita tiempo a solas para dar de comer, asegúrate de que lo tenga. No tengas miedo de expresarle a tus visitas que es una época complicada para ser anfitriones.
Con información de Fatherly