Mucho antes de la llegada de la medicina alópata las plantas medicinales fueron utilizadas en todo el mundo para atender las enfermedades y padecimientos de las personas, un arte que fue y sigue siendo desarrollado en la actualidad por muchos pueblos. Así como la famosa medicina tradicional china, México es un país con gran diversidad de pueblos indígenas cuyo conocimiento sobre plantas medicinales constituye un enorme tesoro que ha sido poco valorado y usado en los últimos años.
Hubo una época en la que los médicos tradicionales y sus remedios naturales fueron descalificados y despreciados por considerarse una especie de magia o placebo; sin embargo, en los últimos 15 años las autoridades de salud se han dedicado a investigar las propiedades de estas plantas y se han abocado a una exhaustiva recopilación y clasificación que hoy se puede consultar en la Biblioteca digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM.
De las miles de plantas medicinales que hay en nuestro país algunas de las más útiles, que además son producidas actualmente en la CDMX, son:
Árnica: sirve como analgésico, desinflamatorio de heridas superficiales y auxiliar en el tratamiento de golpes e infecciones cutáneas. Se puede consumir en té, hacer una pasta para aplicar directamente en el área afectada y actualmente también se vende en pomada, crema corporal o pastillas homeopáticas. Si tienes niños en casa, tenerla siempre a la mano resulta muy útil para tratar moretones y golpes leves.
Estafiate: su nombre en náhuatl, "iztauhyatl", significa "agua de la deidad de la sal”. Por vía oral es útil para tratar diarrea, gastritis, parásitos intestinales y vómito. Para tratar padecimientos respiratorios como anginas, bronquitis, catarro, resfriado y tos se emplea frotado, inhalado o en gárgaras.
Toronjil morado: tiene propiedades antiespasmódicas, diaforéticas, estimulantes y eupépticas. ¿Eso qué significa? Que tomado por vía oral ayuda al tratamiento de padecimientos gástricos como diarrea, dolor de estómago e intestino y para mejorar la digestión. También sirve como auxiliar en el tratamiento de enfermedades respiratorias, ayudando a abrir y limpiar nariz y garganta.
Valeriana: sus efectos sedantes la convierten en una alternativa natural para tratar los nervios y el insomnio. También se puede aplicar en fomentos o aceites directamente sobre la piel para aliviar el dolor de pecho, espalda, reumas y heridas. Generalmente se consume en infusiones, aunque actualmente también se vende en pastillas.
Espinosilla: esta planta se utiliza para tratar los síntomas de desórdenes digestivos como indigestión, dolor e inflamación del estómago, y vómito. También sirve para evitar la caída del cabello, mejorar su aspecto, combatir la caspa y el cabello graso.
Todas estas plantas medicinales las puedes encontrar en tu mercado más cercano; consumirlas es una alternativa natural para cuidar tu salud mientras apoyas la economía local. Sin embargo, no debemos olvidar que el uso de la medicina alternativa no está peleado con la medicina alópata y que consultar al doctor cuando estamos enfermos sigue siendo muy importante.
Fuentes
Biblioteca digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM
Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades