Los problemas digestivos son de lo más común, y se deben principalmente a una mala alimentación. Ya sea porque comiste de más, porque consumiste demasiado picante o alimentos muy grasosos, o porque te saltaste una o más comidas. Lo anterior ocasiona malestares como indigestión, acidez estomacal o agruras, inflamación y estreñimiento.
Para aliviarlos, puedes recurrir a diferentes remedios naturales que seguro tienes en casa. Aquí hay una lista de algunos de ellos.
El remedio por excelencia cuando se trata de problemas estomacales es la manzanilla. La infusión que se obtiene de esta flor actúa como protector y reparador de las membranas gástricas. Úsala para aliviar todo tipo de trastornos digestivos, como indigestión, inflamación y acidez.
Para prepararla, pon a hervir una taza de agua y agrega una cucharada de flores secas. Deja reposar 5 minutos y toma dos o tres veces al día.
Esta planta contiene mentol, una sustancia que tiene un efecto antiespasmódico sobre el músculo liso del tracto digestivo. Esto la hace útil para mejorar la digestión, aliviar la acidez y las náuseas y reducir los gases.
Para preparar un té, coloca una cucharadita de hojas secas de hierbabuena en una taza de agua hirviendo. Deja reposar 10 minutos y tómalo de cuatro a cinco veces al día, entre comidas.
La infusión de anís sirve para aliviar la acidez, mejorar la digestión, calmar los cólicos y evitar los gases.
Para preparar el té, pon a hervir una taza de agua y agrega una cucharadita de semillas de anís. Deja hervir 2 minutos y retira del fuego. Deja reposar 3 minutos y tómalo caliente después de comer y antes de ir a dormir.
La semilla de hinojo ayuda en el tratamiento del dolor de estómago e inflamación por gases. Además, mejora la digestión y alivia la sensación de pesadez cuando comes demasiado.
Para preparar la infusión, mezcla una cucharadita de semillas de hinojo con una taza de agua hirviendo. Cubre el recipiente y deja reposar durante 10 minutos. Tómalo hasta tres veces al día, de preferencia, antes de los alimentos.
Esta planta ayuda a aliviar diversos malestares estomacales, como indigestión, exceso de gases y diarrea.
Para preparar el té, agrega una cucharadita de hojas secas de boldo en una taza de agua hirviendo y deja reposar entre 10 y 15 minutos. Tómalo dos o tres veces al día, sólo mientras tengas el malestar, ya que su consumo por períodos prolongados puede afectar los riñones.
Además de ser muy usada en la gastronomía por su sabor y aroma, la canela ayuda a tratar y prevenir la inflamación estomacal; además, alivia el dolor abdominal y mejora la digestión.
Para preparar un té de canela, mezcla una cucharadita de canela en polvo en una taza de agua, déjala reposar 15 minutos y endulza con miel. O bien, pon a hervir una taza de agua y agrega un trozo de canela en rama. Deja reposar 10 minutos y tómalo dos veces al día.
Esta raíz es una gran aliada para combatir la indigestión, la inflamación, el dolor abdominal y los gases. Cuando sientas pesadez por haber comido en exceso, puedes comer dos rodajas de jengibre fresco (puedes ponerle un poco de sal).
Si prefieres preparar una infusión, pon a hervir una taza de agua y agrega dos o tres rodajas de jengibre. Deja hervir hasta que el agua adquiera un color amarillo. Retira del fuego y deja reposar 10 minutos.
Cuando tienes indigestión y agruras, puedes preparar un antiácido casero muy efectivo con ayuda del bicarbonato de sodio.
Sólo debes agregar media cucharadita de bicarbonato en medio vaso de agua y mezclar. Esta solución neutraliza el ácido que se forma en el estómago y aliviará tus molestias.
El gel de aloe vera es un buen remedio para controlar la acidez, reducir la inflamación y los gases, mejorar la digestión y aliviar el estreñimiento.
Una forma de tomarlo es licuar cinco cucharadas de gel de aloe vera con una cucharada de miel y beberlo una vez al día.
Las semillas de lino se caracterizan por su alto contenido de fibra y ácidos grasos omega 3, lo cual le da ligeras propiedades laxantes, que contribuyen a mejorar el movimiento intestinal para limpiar el colon y aliviar el estreñimiento.
Para consumirlas, basta con poner a remojar una cucharada de semillas en un vaso con agua, dejar reposar toda la noche y beber a la mañana siguiente en ayunas.
El té kombucha, los tíbicos y el kéfir son bacterias y hongos probióticos que producen bebidas fermentadas, las cuales aportan diversos beneficios para el organismo, en especial para la salud gastrointestinal, ya que ayudan a mejorar la digestión, combatir la acidez y las agruras, así como agilizar el tránsito intestinal para evitar el estreñimiento.
Puedes conseguir estos hongos en tiendas naturistas, de herbolaria o en línea, aunque lo más usual es que las personas que ya los tienen se los regalen a quienes les interese iniciar sus propios cultivos, así que pregunta entre tus familiares y amigos, quizás ya tengan y te puedan dar.
La principal diferencia entre estos tres tipos de hongos es que el kombucha se prepara con té negro o verde, los tíbicos con agua y piloncillo, y el kéfir con leche. Si quieres saber más sobre ellos, aquí te decimos cómo preparar té kombucha, tíbicos y kéfir en casa.
El carbón activado es un producto de origen vegetal y su principal propiedad es que es capaz de absorber gases, químicos, metales pesados, proteínas, desechos y toxinas, por lo que funciona muy bien como desintoxicante del organismo.
Además, en el caso del sistema digestivo, este elemento ayuda en el tratamiento de problemas como dolores abdominales, flatulencias, diarrea y halitosis, y también ayuda a normalizar la actividad intestinal para evitar la indigestión y el estreñimiento.
Lo puedes encontrar en cápsulas y en polvo. Si lo utilizas en polvo, lo recomendable es mezclar una cucharada en un vaso de agua y tomarlo en cada comida. En el caso de las cápsulas se toman cuatro a media mañana y cuatro a media tarde. Lo recomendable es tomarlo durante 15 días (o un mes si quieres drenar más profundamente las células del organismo) y repetir el proceso 3 o 4 veces al año.
Para la diarrea, se recomienda mezclar 2 cucharadas de carbón activado en polvo en un vaso de agua fría y tomarlo cada 4 u 8 horas, hasta que la diarrea esté controlada.
Aunque existen muchos remedios para todos los malestares estomacales, lo mejor es prevenirlos al mantener una dieta saludable y llevar buenos hábitos alimenticios. Para cuidar a tu sistema digestivo, evita comer en exceso y saltarte comidas, agrega frutas y verduras a tu dieta y consume con moderación el picante y las grasas.