Las enfermedades e infecciones respiratorias suelen manifestarse con tos, dolor de garganta, congestión nasal, estornudos, escurrimientos y dificultad para respirar con normalidad.
Además de los tratamientos convencionales a base de medicamentos, existen remedios naturales que te ayudan a controlar los síntomas y acelerar la recuperación del organismo.
Entre estas alternativas naturales están los aceites esenciales que cuentan con propiedades antibióticas y antiinflamatorias. Aquí tienes cinco de ellos, que puedes usar cuando tengas un malestar respiratorio.
Las sustancias volátiles que contiene facilitan la desinflamación de los conductos respiratorios. También ayuda a eliminar la mucosa y mejora la capacidad para respirar.
Para utilizarlo, vierte dos cucharadas de aceite en un recipiente con agua hirviendo y haz vaporizaciones durante 5 minutos. Cubre tu cabeza y el recipiente con una toalla grande para evitar que el vapor se escape.
Sus compuestos antiespasmódicos y antivirales alivian las molestias causadas por las infecciones respiratorias. Además, contribuye a relajar los conductos respiratorios y calma el dolor de pecho.
Para utilizarlo, combina una pequeña cantidad de aceite de clavo dulce con aceite de coco, y frota esta mezcla en el pecho y la espalda para aliviar la congestión. También es recomendable colocarlo en un difusor de aromaterapia, para respirarlo y así incrementar su efectividad.
Este aceite tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, y algunos de sus compuestos ayudan a despejar las vías respiratorias, con lo que hacen posible una mejor respiración.
Para usarlo agrega dos cucharadas de aceite de orégano en un recipiente con agua hirviendo e inhala los vapores. Al igual que con el aceite de eucalipto, te recomendamos realizarlo durante unos 5 minutos y colocarte una toalla grande en la cabeza para aprovechar la mayor cantidad posible de vapor.
Otra alternativa es combinarlo con un poco de aceite de oliva y aplicarlo sobre pecho y espalda con un suave masaje, para ayudar a descongestionar y aliviar el dolor.
Tiene efectos antiinflamatorios, antiespasmódicos y antivirales, por lo que produce alivio ante los síntomas de las infecciones respiratorias, pues contribuye a relajar los músculos bronquiales y disminuye la congestión.
Para usarlo, aplica un poco de este aceite en el pecho y la espalda con un suave masaje de al menos 5 minutos. Lo mejor es aplicarlo cada noche antes de dormir, para que la congestión no te impida conciliar el sueño y el aceite pueda actuar durante toda la noche.
Sus propiedades antimicrobianas y antivirales favorecen la disminución de los síntomas de las infecciones de las vías respiratorias, como la congestión e irritación de nariz y garganta.
Para utilizarlo, puedes humedecer un trozo de algodón con el aceite e inhalar su aroma durante al menos 5 minutos. También lo puedes usar para hacer vaporizaciones, al colocar dos cucharadas de aceite en un recipiente con agua hirviendo para aspirar el vapor que genera.
Recuerda que los remedios naturales son un complemento para aliviar distintos tipos de padecimientos y enfermedades, pero si los síntomas y el malestar no desaparecen o disminuyen en 3 días, lo ideal es consultar a tu médico.