Ayurveda es el nombre que recibe la medicina tradicional de la India, cuyo fundamento es la experiencia de cada paciente. Esta experiencia tiene su fundamento en los órganos sensitivos como oídos, piel, ojos, lengua y nariz que fomentan distintos sentidos como el tacto, la vista, el olor y la audición. Gracias a estas sensaciones es que percibimos las distintas sensaciones de placer o de dolor que se registran en nuestra mente y determinan nuestro estado anímico.
De acuerdo con el ayurveda, dado que las experiencias sensibles rigen nuestro estado mental y emocional de todos los días, existen pequeños cuidados y rituales que podemos realizar diariamente para purificar y activar nuestros órganos. Por ejemplo, rasparse la lengua para mejorar la salud digestiva al activar el sentido del gusto o hacerse un masaje abhyanga para mejorar la salud de la piel y, por lo tanto, de todo el cuerpo en general.
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Otro ejemplo de las técnicas de ayurveda que mejoran la salud son las limpiezas nasales. Con soluciones salinas, se purifican las fosas con la finalidad de permitir el libre flujo de aire. Cuando respiramos con profundidad y calma mejoramos la energía del cuerpo, y esto nos mantiene activos y tranquilos. En cambio, cuando la respiración no fluye de manera apropiada, podemos sentirnos incómodos o estresados.
La intención de las técnicas del ayurveda es despertar la conciencia de la sensibilidad y las emociones del cuerpo (físico y mental). Una vez que se avanza en este camino, nuestra capacidad para realizar la rutina diaria aumenta y vivimos mejor.
Es importante recordar que no existe una división real entre el estado de nuestro cuerpo y el de nuestra mente y emociones. Por eso podemos enfermarnos si nos sentimos tristes o preocupados, y también por eso la enfermedad baja nuestra energía y nos desanima. Cuidar cada aspecto de nuestro ser de manera integral lleva a una salud general, que ocurre naturalmente cuando nos atendemos en todos los sentidos.